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Una ola de calor que ha empezado en Francia, apenas una decena de días después de la última que afectó al sur del país con temperaturas récord, va a prolongarse durante al menos toda la semana, según los servicios meteorológicos, que avisan de que podría ser excepcional por su intensidad y duración.
Météo France señala este lunes que se esperan "temperaturas inéditas para un mes de septiembre" en el cuarto suroeste y que "no se entrevé ningún verdadero refrescamiento al menos antes del domingo".
Y eso después de anunciar que este verano meteorológico (junio, julio y agosto) ha sido el cuarto más caluroso desde comienzos del siglo XX, solo por detrás de los de 2003, 2022 y 2018.
En la pasada noche, se dieron las mínimas más altas desde que existen registros en la ciudad de Montauban (24.4 grados) y hubo igualmente récords para un mes de septiembre en Toulouse (24.2 grados), Nantes (21.6) y Quimper (20.5).
Esta tarde, los termómetros van a subir hasta los 36-38 grados en una amplia área interior en torno a Burdeos, y localmente podrían llegar hasta los 39.
El martes, el fuerte calor va a extenderse también hacia el norte, y así se alcanzarán los 34 grados en París, Chartres o Auxerre, pero también los 35 en Lyon. En la capital, las máximas continuarán toda la semana por encima de los 30 grados.
De hecho, desde el martes y hasta el domingo las temperaturas en buena parte del interior se moverán en una horquilla de 33 a 36 grados.
Météo France recuerda que en otros meses de septiembre Francia ya ha vivido episodios de canícula tardía inhabituales, con el termómetro por encima del listón de los 35 grados. El actual -concluye- "podría presentar un carácter excepcional por su intensidad y su duración".