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Durante dos largos días, los padres de la desaparecida Stephanie Sánchez - Viesca Ortiz “Fanny” trabajaron en un punto en el que presuntamente fue enterrada su hija, sitio por el que esperaron seis años para poder hacerlo, sin embargo los resultados fueron negativos.
Silvia Ortiz, madre de la joven que desapareció el 5 de noviembre de 2004, entonces de 16 años de edad, detalló que fue el entonces delegado de la Fiscalía General del Estado, actual rector de la Universidad Tecnológica de Torreón, Carlos Centeno, que en el 2017 había informado sobre dicho lugar, ubicado sobre los límites con Matamoros.
Fue el lunes y martes que se trabajó en el lugar señalado con apoyo de un georadar, el cual arrojó dos alteraciones, las cuales fueron descartadas.
Trabajar en el lugar no fue fácil, dijo Ortiz, pues durante años solicitó el apoyo a las autoridades estatales y federales, sin embargo siempre le exigieron más pruebas para hacerlo. Gracias a la intervención de Yeska Garza, coordinadora del Centro Regional de Identificación Humana (CRIH), que se logró el apoyo.
El pensar que la pesadilla en la que han vivido durante más de 18 años pudiera terminar y que no fue posible, llena de tristeza a los padre de Fanny pero no los desanima a seguir con su búsqueda.
“Es que es todo, porque de hecho decíamos, si es positivo no teníamos ni dónde sepultarla, cómo le vamos hacer; pensábamos en esa parte, y en la parte de que si es positivo que agarren a todos los cabrones, todo eso.Pensamos, sino sale, es volver a empezar, a caminar, a tocar puertas, a empezar de cero…” dijo Ortiz.
Las autoridades regresarán al lugar este viernes, para reparar el daño que se hizo a los pisos de dos de las cinco viviendas en donde se trabajó, en donde aseguró, la gente dio todo su apoyo para hacerlo.
“La gente se portó divinamente”, aseguró la también fundadora de grupo Vida.
Pero también el no haber obtenido resultados positivos, mantiene su esperanza de que pueda estar viva en algún lugar.
“A seguir picando piedra que ella aun espera”.