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El gobierno neerlandés se dispone a regular la eutanasia para niños de entre 1 y 12 años cuya muerte sea inevitable y que sufren dolores insoportables, lo que se calcula que afectará a entre cinco y diez menores al año, anunció este viernes el ministro de Sanidad, Ernst Kuipers.
La medida se adoptará por reglamento pensando en ese "pequeño grupo" de menores "para los que las opciones de cuidados paliativos no son suficientes para aliviar su sufrimiento" y que tienen "una enfermedad o trastorno tan grave que la muerte sea inevitable" y se espere "en un futuro previsible", precisó Kuipers, en una carta dirigida al Parlamento.
En su misiva, el ministro insistió en que la muerte asistida será posible "cuando sea la única alternativa razonable para que un médico ponga fin al sufrimiento desesperado e insoportable del niño".
El gobierno de Mark Rutte espera publicar el reglamento este año y transcurrido un tiempo de su entrada en vigor se llevará a cabo una evaluación de su aplicación.
En Países Bajos, el primer país del mundo en legalizar la eutanasia el 1 de abril de 2002, la ayuda activa para morir ya es legal para niños mayores de 12 años que puedan dar su consentimiento, y para bebés menores de un año con consentimiento de los padres.
Pero fue Bélgica, en febrero de 2014, el pionero en permitir a los menores sin límite de edad, pero capaces de discernimiento, poder pedir la eutanasia.
El número de personas que mueren en Países Bajos con ayuda de un procedimiento de eutanasia aumentó en un 13,7 % el año pasado, hasta un total de 8.720 casos, lo que supone un 5,1 % del total de fallecimientos registrados en el país en 2022, según cifras de los comités regionales de revisión de eutanasias (RTE, en sus siglas en neerlandés).
El número de muertes por eutanasia solía aumentar alrededor de un 10 % al año, en su mayoría practicadas en personas con cáncer, aunque el año pasado hubo también 288 casos de eutanasia en personas con demencia, un 35 % más que en 2021.