(EFE)
Más de ochenta parlamentarios australianos y británicos pidieron al fiscal general de Estados Unidos, Merrick B. Garland, que ponga fin al proceso de extradición contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, al cumplirse este martes el cuarto aniversario de su encarcelamiento en el Reino Unido.
"Le imploramos que abandone la extradición y permita que el señor Assange retorne a casa", recalca la carta firmada por 48 legisladores de Australia, oficialistas y opositores, que insisten en que el australiano, de 51 años, publicó "información con evidencias" sobre "crímenes contra la humanidad, corrupción y abusos a los derechos humanos" perpetrados por Estados Unidos en Irak y Afganistán.
Assange -pendiente de que se resuelva el proceso de extradición a Estados Unidos para ser juzgado por 18 delitos de espionaje e intrusión informática- está desde el 11 de abril de 2019 en la cárcel de alta seguridad de Belmarsh, al sudeste de Londres, desde que Ecuador le retiró el asilo político y lo expulsó de su embajada en la capital británica.
Los parlamentarios australianos apuntaron que Assange "ha estado efectivamente encarcelado durante bastante más de una década" y sugirieron que se le de un trato similar al de la exanalista de inteligencia del Ejército estadounidense Chelsea Manning, quien "filtró información clasificada" a WikiLeaks, y fue liberada cuando se le conmutó su sentencia a 35 años de prisión en 2017.
"Si se aprueba la solicitud de extradición (de Assange), los australianos serán testigos de la deportación de uno de nuestros ciudadanos de un socio del AUKUS a otro -nuestro aliado estratégico más cercano", recalca la carta en alusión al reciente pacto de seguridad que une a Washington, Camberra y Londres.
Asimismo, más de una treintena de legisladores británicos recordaron que 18 cargos que pesan sobre Assange, con una pena de hasta 175 años de prisión, tendría un "escalofriante impacto" en el ejercicio del periodismo y sentaría "un precedente" peligroso para otros periodistas y organizaciones mediáticas.
"También socavaría la reputación de Estados Unidos respecto a la libertad de expresión y el estado de derecho", remarcaron los parlamentarios británicos
Assange, quien asegura que las acciones legales en su contra responden a una persecución política de Estados Unidos por el destape de WikiLeaks, está pendiente de conocer en cualquier momento la decisión del Tribunal Superior de Londres sobre si el periodista puede recurrir la decisión de junio de 2022 del Ministerio británico del Interior de autorizar su entrega a Washington.
Assange fue detenido inicialmente en 2010 -poco después de que WikiLeaks expusiera presuntos crímenes de guerra de Estados Unidos en Irak y Afganistán- a instancias de Suecia, que quería interrogarle por presuntos delitos sexuales de los que nunca fue imputado, en un caso que finalmente se retiró.