Suman hasta el momento 40 cabezas de ganado caprino y ovino.
Una manada de perros salvajes ha acabado con unas 40 cabezas de ganado ovino y caprino a campesinos de los ejidos Pozuelos, de Arriba y Abajó, al sur del ejido de Frontera.
Autoridades trabajan para capturar o alejar a los caninos de las zonas de las áreas donde tienen los productores cárnicos a sus animales, para que no sigan diezmándolo.
El director de Fomento Agropecuario en Frontera, Oscar del Bosque, dijo que el pasado lunes un ejidatario descubrió que una jauría de perros ferales o salvajes mataron a 16 chivas de su predio.
“Posterior a su denuncia yo fui y realicé un recorrido por los ejidos, acudí a mi terreno y me llevé la sorpresa de que los perros también habían atacado a mis animales, cobrándole la vida a cuatro de mis borregos”, indicó el funcionario.
Los perros ferales son animales feroces. La mayoría nunca ha experimentado una caricia humana y evitan cualquier contacto con el hombre. No son callejeros, son depredadores implacables que viven en la zona rural y que cazan casi cualquier animal libre que se les ponga enfrente.
Hasta el momento atacan cabras y borregos, pero podrían ir por otros animales de corral e incluso atacar a humanos.
Pero estos no han sido los únicos reportes, dijo que hay por lo menos tres denuncias más del mismo tipo, que suman hasta el momento 40 cabezas de ganado caprino y ovino.
“Las denuncias ya están en las dependencias correspondientes, como afectados debemos de avalar que los animales son de nuestra propiedad y así que el seguro nos pague una indemnización”, agregó como víctima.
Oscar del Bosque dijo que estas jaurías se han generado debido a que ciudadanos abandonan a sus mascotas en descampado, éstas se han vuelto salvajes y han generado descendencia que forman y aumentan el núcleo de canes ferales.