Personas en situación de calle, sin asistencia social ni de salud marcada por la ley
El pasado jueves murió en una céntrica calle de Monclova una persona en situación de calle, quien presuntamente era alcohólico y con problemas mentales.
Según datos del Heroico Cuerpo de Bomberos y Protección Civil, en Monclova deambulan 8 personas en situación de calle con problemas mentales, que son violentos o agresivos.
El comandante de la corporación, Julio Ríos Cortés, explicó que personal de Bomberos y de Protección Civil, en las llegadas de frentes fríos y tormentas invernales, han tratado de recogerlos y llevarlos al albergue temporal para resguardarlos de las temperaturas gélidas, “pero no quieren. Incluso se ponen agresivos y pues solo les dejamos hules y cobijas para que se cubran. No podemos hacer más”, explicó.
SON MÁS DE 20 VAGABUNDOS Y HABRÁ MÁS: JUAN FRANCISCO VIELMA
En la zona metropolitana de Monclova, que incluye a los municipios de Frontera y Castaños, son más de 20 pordioseros con trastornos en diferentes zonas de la mancha urbana, sostuvo Juan Francisco Vielma de León, director y presidente del Instituto Generando Vida.
De León, quien en su juventud cayó en excesos y vivió en situación de calle, y hoy, regenerado, es un benefactor social al frente de la organización no gubernamental, explicó que tiene documentados más de 20 mendigos viviendo en los tres municipios de la zona metropolitana y en las comunidades vecinas.
Por mensajes de texto a través de WhatsApp, inbox en su portal de Facebook y llamadas telefónicas de ciudadanos y dependencias gubernamentales, ha recibido y registrado reportes de estos menesterosos, pero al acudir a recogerlos, encuentra que son adictos que recién consumieron droga o personas con trastornos por haberlas consumido, agresivas o violentas que no quieren ayuda.
El Instituto Generando Vida rescata de la calle a menesterosos y necesitados, y les brinda cobijo permanente o temporal, de manera gratuita.
Sin embargo, por seguridad de sus huéspedes no acoge a necesitados que tienen problemas mentales o son adictos a sustancias tóxicas.
“Muchos de los indigentes que andan por las calles quedaron trastornados por drogas y son violentos, y desgraciadamente no los puedo recibir. Tengo que darles seguridad a los inquilinos”, explicó.
Recordó el caso del ex socorrista Julio César Morín Macías, quien se convirtió en persona en situación de calle, agresivo, por problemas mentales causados por el consumo de drogas.
El enfermo mental, que vivía en las calles de Monclova, fue enviado por el Ayuntamiento el 9 de agosto pasado al Centro de Salud Mental (Cesame) de Saltillo. El 17 de septiembre la institución lo dio de alta y lo retornó a la ciudad.
El presidente municipal Mario Dávila Delgado informó que el trastorno mental de Morín Macías es incurable y requerirá tratamiento permanente. El mandatario se comprometió a que estaría al pendiente del enfermo.
BUROCRATISMO PARA RESCATARLO
Para ingresarlo primeramente al Centro de Salud Mental tuvieron que atenderlo y generarle un documento legal de identidad: la credencial del INE.
La ONG Generando Vida de Juan Francisco Vielma de León, se encargó de bañarlo, rasurarlo, vestirlo y calzarlo para que el DIF municipal lo llevara al Registro Federal Electoral después de tramitarle su acta de nacimiento, para que se le extendiera el documento oficial de identidad para votar, requisito indispensable para hospitalizarlo en el Cesame.
Luego fue trasladado de Monclova a Saltillo, en una patrulla esposado (porque se puso violento), y entregado a las autoridades psiquiátricas, que lo tuvieron internado solo 100 días.
El rescate de este menesteroso es solo uno. El Heroico Cuerpo de Bomberos y Protección Civil de Monclova señala que tienen documentados 6 indigentes en la ciudad, y la ONG Generando Vida informa que son más de 20 en la zona metropolitana. Nadie ve por la salud de ellos.
SON RESPONSABILIDAD DEL SISTEMA NACIONAL DE SALUD
El problema de los vagabundos dañados no es exclusivo de Monclova y zona metropolitana; en varios de los 38 municipios de Coahuila hay enfermos mentales viviendo en situación de calle.
La Ley General de Salud en Materia de Salud Mental y Adicciones, que es de orden federal, en su Artículo 72, señala que “La salud mental y la prevención de las adicciones tendrán carácter prioritario dentro de las políticas de salud, y deberán brindarse conforme a lo establecido en la Constitución y en los tratados internacionales en materia de derechos humanos”.
“El Estado garantizará el acceso universal, igualitario y equitativo a la atención de la salud mental y de las adicciones a las personas en el territorio nacional.”
A su vez, la Ley de Salud Mental y Bienestar de las Personas con Transtornos Mentales de Coahuila plasma para atender a las personas con estas personas lo siguiente:
En su inicio IV señala que se deben llevar a cabo los convenios de coordinación necesarios con los municipios del Estado, para que en estos se cuente, por lo menos, con un Módulo Comunitario de Atención en Salud Mental; o en su caso, el inciso XIII establece, que es responsabilidad de la Secretaría de Salud Instalar, administrar y operar módulos de atención en salud mental en el Estado.
Sin embargo, no existen en los municipios estos módulos comunitarios de inversión y administración bipartita, ni los de atención en salud mental del Estado. Solo hay dos Centros de Salud Mental en Coahuila, y no tienen la capacidad para atender la problemática de los 38 municipios.
Solo en papel existen los centros ambulatorios, comunitarios y de atención psiquiátrica estatal y municipales que marca la ley
Pero el problema se complica, porque las mismas leyes establecen que la atención psiquiátrica, sea hospitalaria o itinerante, solo se puede dar con el consentimiento del paciente.
El artículo 6 de la ley estatal de salud mental en inciso VIII establece que el sometimiento a tratamiento médico o a continuar el ya iniciado, queda a voluntad del paciente, aunque el inciso X dice que el tratamiento sin consentimiento (involuntario) se permitirá solo en situaciones excepcionales.
Juan Francisco Vielma De León explicó que el incremento de personas en situación de calle con trastornos mentales, es a consecuencia del daño cerebral que sufren los adictos por el consumo de sustancias tóxicas como el cristal.
Indicó que el consumo de este producto aumenta la población vulnerable de enfermos mentales que terminarán en situación de calle, cuando sus familiares no puedan atenderlos, como el caso de Julio César Morín.
Consideró que las autoridades gubernamentales de la Federación y del Estado deben aplicar políticas públicas basadas en sus propias leyes de salud, antes de que el número de menesterosos enfermos estos siga creciendo.
Dijo que los centros de rehabilitación o anexos no tienen la capacidad para atender a esta nueva generación de adictos, cuyas afecciones cerebrales no responden a los tratamientos tradicionales que en esos sitios aplican.