El aumento en la frecuencia y gravedad de los desastres naturales resultarían en costos humanos considerables, se estableció. (EL SIGLO DE DURANGO)
A través del documento "Durango frente a la sequía: un problema económico, social y ambiental", el Instituto de Evaluación de Políticas Públicas del Estado (Inevap) advirtió que la economía mundial se encuentra cada vez más expuesta a las perturbaciones derivadas del cambio climático.
"El informe 'Perspectivas económicas mundiales 2023' del Banco Mundial considera que la mayor frecuencia de los eventos climáticos extremos, como sequías, inundaciones, incendios forestales y tormentas, están causando daños económicos significativos. Además, señala que, para América Latina, el cambio climático representa un riesgo significativo para el crecimiento en las regiones con alta dependencia a los sectores primarios", estableció.
Asimismo, dio a conocer que, a corto plazo, el aumento en la frecuencia y gravedad de los desastres naturales resultaría en costos humanos considerables, como afectaciones a las cosechas, interrupciones generalizadas en la actividad, daños en infraestructuras y un deterioro en la situación financiera del sector público.
"Esta situación podría agravar aún más la inseguridad alimentaria en regiones con una gran cantidad de agricultores de subsistencia, quienes carecen de los recursos necesarios para adaptar su producción World Bank, 2023)", refiere el informe.
Por lo que se hicieron algunas recomendaciones que pueden contribuir a disminuir la vulnerabilidad de las comunidades y mitigar los impactos económicos y sociales de la sequía, tales como mejorar la coordinación sectorial y territorial. Definir responsabilidades y promover una colaboración más estrecha entre gobierno y población vulnerable o afectada, a través de regulaciones para el uso eficiente del agua, fomentar la coordinación entre sectores y actores, y establecer sistemas de monitoreo y alerta temprana de sequías.
Asimismo, se planteó la necesidad de fortalecer los mecanismos de financiamiento con énfasis en los pequeños productores. Diseñar o fortalecer las intervenciones enfocadas en proveer a los pequeños productores, acceso a financiamiento y seguros para promover la sostenibilidad en la agricultura.
Se hizo referencia también a que los créditos a tasas de interés favorables permiten a los agricultores financiar inversiones en infraestructuras de riego, tecnologías agrícolas y otras medidas de mitigación (IFAD, 2018). Por su parte, los esquemas de seguros brindan protección financiera en caso de pérdidas de cultivos o ingresos debido a las sequías, apoyando una recuperación más rápida y reduciendo la vulnerabilidad económica (FAO, 2019). Lo anterior se puede complementar con fondos de ayuda, subsidios, incentivos fiscales y otros programas públicos.
Asimismo, se recomendó promover prácticas de gestión del agua a nivel local. Transmitir conocimientos, fomentar confianza y aumentar la participación en las decisiones públicas. Implica la participación de comunidades, agricultores y otros actores clave en la planificación y toma de decisiones sobre el uso del agua. "Esto puede incluir la implementación de sistemas de gestión comunitaria del agua, la adopción de medidas de conservación del agua y la promoción de prácticas agrícolas sostenibles que reduzcan la demanda del vital líquido (Özerol, y otros, 2018)".
