La prisión preventiva oficiosa ha provocado que haya personas que tengan hasta 10 años en la cárcel todavía bajo proceso, de acuerdo al diputado Luis Enrique Benítez. (EL SIGLO DE DURANGO)
Aunque la sobrepoblación penitenciaria no es un problema privativo de Durango, sino que se presenta en todos los estados y en el país, se deben analizar mecanismos que reduzcan la población en los penales de esta entidad.
El diputado local Luis Enrique Benítez, consideró que una de las principales causas de la sobrepoblación penitenciaria radica en el abuso de la prisión preventiva oficiosa, que ha provocado que haya personas que tengan hasta 10 años en la cárcel todavía bajo proceso; es decir, sin haber sido sentenciadas.
"Eso es anticonstitucional porque va en contra de la justicia pronta y expedita", complementó el legislador priista.
Dentro del contexto ofrecido por Benítez Ojeda sobre los motivos de la sobrepoblación penitenciaria, destacó que desde diciembre del año 2012 las autoridades del ramo determinaron cerrar el Centro de Reinserción Social (Cereso) 2 de Gómez Palacio, cuyos internos fueron trasladados al Cereso 1 de la ciudad de Durango.
Esto derivó en la sobrepoblación que actualmente no se ha podido abatir y que colocan a Durango en el tercer lugar nacional en este rubro.
"Hay que insistir y agilizar ante el Poder Judicial que les dicten sentencia", complementó el diputado local. Para ello, dijo que es fundamental conocer cuál es el volumen de personas privadas de su libertad ya procesadas y/o sentenciadas, contrastando con la capacidad penitenciaria que está instalada.
Esto debe ir a la par de demandar al Gobierno Federal que atraiga a sus Centros a las personas privadas de su libertad por delitos del fuero federal.