El programa Irritila se encuentra actualmente 'en una pausa' debido a la falta de recursos. (EL SIGLO DE TORREÓN)
El 80 por ciento del agua, tanto rodada como subterránea, que llega a la Comarca Lagunera, proviene de la cuenca alta del río Nazas, por lo que aquí se estableció la necesidad de sanear la superficie y revertir los efectos de la erosión a través de obras realizadas por las propias comunidades, en lo que se denominó programa Irritila.
Sin embargo, el programa se encuentra actualmente detenido por falta de recursos, pues los gobiernos de los estados de Coahuila y Durango no han aportado, tampoco los empresarios y ya no se tiene la contraparte con la que contribuía la Comisión Nacional Forestal (Conafor). "Estamos en una pausa con el programa Irritila, el dinero que se utiliza de las donaciones va etiquetado exclusivamente a obras en la cuenca alta, el deber ser es que tenía que aportar el gobierno federal y su contraparte de los estados, pero Coahuila nunca ha querido aportar porque es generar empleos en otra entidad y Durango ya tampoco está aportando", explicó Roberto Muñoz del Río, presidente del consejo de cuenca Alto-Nazas.
Recordó que el convenio con el gobierno federal, a través de la Conafor, significaba que la Federación aportaba una parte y las entidades beneficiadas aportaban otra.
"Iniciamos con aportaciones de 500 mil pesos, luego fueron de 250 mil y ahorita, desde que entró esta administración federal, no ha habido apoyo de la Federación y ya tampoco hay de los estados", indicó.
Hasta un 70 por ciento se redujeron las actividades en la "fábrica de agua" de la Comarca Lagunera en los últimos años a raíz de la falta de recursos dentro de Irritila.
El programa Irritila propone un saneamiento en la cuenca alta del río Nazas, con el objetivo de que esto repercuta en beneficios ambientales en cuanto a mayor agua y recarga de los acuíferos en la Comarca Lagunera.
Se inició en un área de 7 mil 500 hectáreas, en las que se desarrollan acciones de remediación sobre la sierra, y que significan cerca del 4 por ciento de la zona afectada, principalmente por temas como la erosión, lo que hace que el agua de las lluvias no permee en el subsuelo y se reducen los beneficios ambientales.
Muñoz del Río dijo que la captación de agua en la región es mínima, al estar en un semidesierto, por lo que se debe reflexionar sobre la necesidad de estas obras que incidan en la recarga del acuífero, en municipios como Tepehuanes, Santiago Papasquiaro, donde comienza el ciclo de la filtración a los mantos.