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Manifestantes se enfrentaron el jueves con la policía antidisturbios en Beirut cuando intentaban ingresar a las oficinas centrales del poder judicial del Líbano, luego que las autoridades actuaron para paralizar la investigación sobre una fuerte explosión en un puerto que causó estragos en la capital del país.
Varios manifestantes resultaron heridos cuando la policía contuvo a la multitud en el exterior del histórico Palacio de Justicia de Beirut y golpeó a algunas personas con porras.
El fiscal jefe de Líbano, Ghassan Oweidat, ordenó el miércoles la liberación de todos los sospechosos detenidos en la pesquisa sobre la explosión mortal en el puerto de Beirut en 2020 y presentó cargos contra el juez que dirige la investigación, Tarek Bitar.
Bitar reanudó el lunes la pesquisa con base en su interpretación legal, tras una interrupción de 13 meses por los desafíos legales planteados por los políticos acusados en la investigación. También acusó a más de una docena de altos funcionarios políticos, judiciales y de seguridad, incluyendo Oweidat.
Los recientes acontecimientos han llevado a un enfrentamiento entre los dos jueces, cada uno de los cuales afirma que el otro está infringiendo la ley, lo que ha paralizado el poder judicial del país mientras sus instituciones con problemas de liquidez siguen decayendo.
La investigación se ha estancado durante años dado que amenaza con sacudir a la élite gobernante del Líbano, que está plagada de corrupción y mala gestión, y ha ayudado a enviar al país a un colapso económico sin precedentes.
Cientos de toneladas de nitrato de amonio altamente explosivo, un material utilizado en fertilizantes, detonaron en el puerto de Beirut el 4 de agosto de 2020, matando a 218 personas, hiriendo a más de 6 mil y dañando gran parte de la capital libanesa.
Bitar dijo a The Associated Press el miércoles que continuará con la investigación “incluso si me va a costar la vida”, y sólo se detendrá si las autoridades lo retiran formalmente de la pesquisa.