(ESPECIAL)
El quiebre de Silicon Valley Bank (SVB) causó un efecto en cadena dentro de los mercados accionarios, particularmente en la banca internacional, ya que tras su caída se elevaron los temores de que una crisis bancaria se extienda por todo el sistema financiero global, lo que ocasionó un desplome generalizado dentro de las bolsas de los países más importantes a pesar de que las autoridades gubernamentales de varias naciones descartaran un contagio en el sistema bancario.
SVB ofrecía servicios bancarios a la mitad de las empresas de tecnología y ciencias de la vida respaldadas por “venture capital”, es decir capital que está expuesto a un alto grado de riesgo; esta institución desempeñaba un papel clave en la industria de los emprendedores e inversionistas, ya que SVB prestaba dinero a pequeñas empresas que los grandes bancos en EUA ni siquiera volteaban a ver por el riesgo que representaban.
La caída de SVB parte desde el año 2021, cuando se disparó la inversión a las empresas tecnológicas a causa del COVID-19, ocasionando que las empresas de este rubro percibieran inversiones cada vez mayores de los fondos de riesgo, las cuales decidieron inyectar el dinero en el banco y de un momento a otro SVB vio como sus depósitos pasaron de 102 mil millones de dólares a 189 mil millones de dólares, por lo que el banco quedó con un exceso de liquidez, según Financial Times.
FED ACCIONA EL GATILLO CON ALTAS TASAS DE INTERÉS
Al tener en sus bóvedas una gran cantidad de billetes y buscar un rendimiento en una época de bajas tasas de interés, SVB incrementó sus inversiones en una cartera de 120 mil millones de dólares en títulos del Tesoro de EUA, de los cuales 91 mil millones correspondían a bonos hipotecarios con una tasa fija de interés que promediaba en 1.5 %.
Durante 2022, la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) se caracterizó por su por imponer una restrictiva política monetaria para contener la alta inflación que azotaba al país, ante este escenario los precios de los bonos cayeron y ocasionó un colapso en el sector de tecnologías en EUA. Como resultado, las empresas emergentes clientes del SVB sacaron sus depósitos de manera acelerada y la institución sufrió una crisis de liquidez, ante este escenario, Silicon Valley Bank se vio en la necesidad de vender algunos de sus bonos con pérdidas y buscar capital nuevo para cumplir con sus obligaciones.
Debido a ello, el SVB cerró el jueves con una capitalización bursátil en el Nasdaq de 6 mil 278 millones de dólares, un desplome de 85.83% desde el máximo que alcanzó en noviembre de 2021. Ante el hecho, las autoridades reguladoras de EUA congelaron las operaciones del banco y se extendió el pánico bancario en las acciones de otros bancos que operan en Wall Street e inclusive encendiendo alarmas en los mercados internacionales.
Otra institución que elevó los temores de una crisis bancaria fue el cierre del Signature Bank, después de que la autoridad de EUA considerara que el banco se encontraba bajo un riesgo sistemático similar que el del SVB y decidiera interrumpir sus operaciones con el fin de salvaguardar a los depositantes de dicha institución.
Los reguladores de Estados Unidos van contrarreloj para encontrar soluciones para el desplome de Silicon Valley Bank y evitar que un posible contagio se propague a otros prestamistas. El presidente Joe Biden dio un breve discurso abordando el tema de la crisis financiera, donde señala que el sistema bancario de EUA se encuentra estable y prometiendo a los ciudadanos que "sus depósitos estarán ahí cuando los necesiten".