Hace tres años su voz representó la de millones de mujeres; Vivir Quintana tenía un común denominador con la cantante chilena Mon Laferte: el apoyo y trabajo junto a mujeres, así que de ello nació el himno que abandera el Movimiento Feminista, Canción sin miedo. Una melodía coreada por chicas y grandes, como protesta por la violencia hacia las mujeres que se vive día con día.
La cantante que posee una de las voces más importantes del folk, regional y rancheras en la actualidad, Viviana Monserrat Quintana Rodríguez es oriunda de Francisco I. Madero, ubicado al suroeste de la Comarca Lagunera y la noche del jueves 13 de julio regresó a su tierra, para cantarle a los maderenses que se congregaron para escuchar a su paisana.
César Gutiérrez y Julio Flores, integrantes de la Orquesta JCC, inauguraron el evento.
Las hermanas Sheccid y Lía Ponce de Villa Juárez, Durango, fueron las teloneras del concierto. "Estamos muy emocionadas, ya queremos salir a cantar", externaron a nuestro micrófono, resaltando que llegaron desde muy temprano: "Llegamos temprano, desde las 02:00 de la tarde".
Interpretaron música vernácula, canciones como La Cigarra y Se me queman las manos.
Pese a que faltó Abril, quien completa el trío dinámico, Sheccid y Lía decidieron subirse al escenario y dar lo mejor: "Decidimos sacar nosotros a flote el evento".
Antes de salir a complacer a su público, Vivir recibió a la prensa, y compartió que Coahuila y Francisco I. Madero forman parte de su música, ya que habla mucho de los trenes, las vías y los astros.
Destacó que su nuevo material hace sinergia con Canción sin miedo, todo "es un hilo conductor". Se mostró agradecida y honrada.
A los pies del escenario se encontraba una pequeña fan, a la espera de la cantante. Alejandra, de 10 años, de la colonia Dos de Marzo, admira a Vivir ya que le gusta que lucha mucho por las mujeres. Su canción favorita es precisamente Canción sin miedo; la niña declaró estar sumamente feliz y emocionada.
Vivir se hizo presente frente al Centro Cultural Benito Macías, en el lugar conocido como Los Silos. Resaltó que le dijeron que le harían un homenaje, pero en esta ocasión ella sería la encargada de hacerle el homenaje a toda su gente.
Los aplausos la recibieron, y una vez sobre el proscenio cantó junto a una niña llamada Paulina. Luego subió al escenario a la pequeña Alejandra, quien de viva voz leyó la carta que le tenía preparada.
Tras las palabras de la menor, Vivir recordó a sus maestros que la impulsaron, como el profesor Hugo: "qué importante es decirle a los niños, a las niñas, que pueden ser superhéroes".
Posteriormente, cantó Yo te espero, dedicada a la maestra Lety.
"Vivir Quintana, Madero te ama" gritaron al unísono todos los asistentes.
Su tercer melodía fue su último sencillo estrenado el mes pasado, Corazón de ave, la cual tornó un ambiente melancólico. "Recuerdo que te vi volando entre la gente, la vida nos tocó de formas diferentes, recuerdo que me vi llorando por quererte" cantó.
Detrás de los asistentes embellecía el lugar un mural hecho en su honor, donde resaltan el rostro de la artista, ilustraciones mexicanas, el nombre de una de sus canciones: Mereces un amor, resalta dentro de un corazón sobre una mujer de melena púrpura; además del verso "Cantemos sin miedo". El creador detrás de esta obra es el pintor Arturo Castañeda. El concierto continuó y deleitó con En las luces de la tarde, haciendo la invitación a los presentes a enamorarse.
ORGULLO MADERENSE
Una de las personas más orgullosas de todo su éxito se encontraba en primera fila, Gloria Soledad Rodríguez, su mamá. Ella platicó en exclusiva para esta casa editora, expresando su inmensa felicidad: "Muy emocionada, muy contenta de que mi hija vaya a dar un concierto en su pueblo natal", resaltó que Vivir ha dado conciertos en muchas partes del mundo, pero nunca en Madero.
Gloria junto a Tomás Quintana, el papá de la cantante, percibieron su talento desde temprana edad, "desde pequeña le gustaba mucho cantar, su papá la apoyaba mucho", incluso le compró un micrófono y una batería.
En encuentros con la prensa pasados, Vivir narró que en su familia hubo varias Vivianas que también buscaron dedicarse a la música, Gloria compartió que esas mujeres fueron su mamá y su abuela; sin embargo, en esa época donde permeaba el machismo, no les permitían ejercer su pasión, solían decirles "qué vas andar allá divirtiendo gente que no", y narró que una vez bajaron a su mamá del escenario.
Ambos padres dijeron estar muy felices y satisfechos por este evento.
Sus hermanos Emigdio Tomás y Luis Raymundo, además de Estrella Ximena, su sobrina, también ocupaban los lugares de enfrente.
Entre los asistentes resaltaba un grupo de 30 personas con playeras color naranja, ellos forman parte de los maestros jubilados y pensionados delegación de IV 5 de Francisco I. Madero, quienes manifestaron que se dieron cita para apoyar a los papás de Vivir.
"Ahorita ella es la estrella, venimos a verla, aquí estamos apoyándola... Desde nuestra trinchera, desde su terruño" narró Emilio Benavides, director general de Danza Folklórica Yeztli Sangre Nueva, quien compartió que Vivir fue su compañera de danza. "Ella bailaba poco, pero también cantaba". Emilio decidió cancelar el ensayo del jueves para traer a todo su grupo a apoyar. Esta agrupación está formada por 75 bailarines, que van desde los tres años a los 78.
Treinta elementos del grupo le llevaron un obsequio a la maderense, una pieza de barro intervenida, formando una catrina con un vestido color rosa y mariposas sobre un cráneo.
De esta manera, Vivir hizo su regreso triunfal a Madero, a recordar sus raíces, y externó que este año tiene planeado grabar un video oficial en Madero, en casa de sus papás, su "lugar seguro", en la zona Centro y el campo.
FOTO: Vayron Infante