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El Reino Unido, hasta ahora un sólido aliado de Israel en la guerra de Gaza, se pronunció hoy contra toda idea de "traslados masivos de gazatíes a los países vecinos", en alusión a los supuestos planes de Israel de propiciarlos.
La embajadora de Reino Unido, Barbara Woodward, intervenía hoy en el Consejo de Seguridad en una sesión de emergencia solicitada por Emiratos Árabes, y mostró en esta ocasión las distancias de su país con algunas prácticas o proyectos de Israel.
Así, hizo un llamamiento expreso "a Israel a que se ocupe del creciente número de ataques de colonos y de asesinatos en la Cisjordania ocupada", insistiendo en que "es su responsabilidad proteger a los civiles allí".
Del mismo modo, pidió que los ataques en Gaza se rijan "por la proporcionalidad y la necesidad (...) evitando el daño a los civiles", así como pidió mayor cooperación internacional para garantizar "suficientes puntos de acceso" para la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, uno de los aspectos críticos de la actual crisis.
Por último, culpó de la actual crisis a Hamás como "único responsable", pero se pronunció a favor de reforzar a la Autoridad Palestina del presidente Mahmud Abás "como legítimo representante del pueblo palestino", aunque no aclaró cómo se aplicaría esta distinción en Gaza donde la AP es muy impopular.