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La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) publicó esta semana el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2022 donde otorgó calificaciones reprobatorias a los penales de 12 de las 32 entidades del País.
La información analizada por el diario Reforma indica que los centros de readaptación social (Ceresos) estatales con más bajas calificaciones fueron los de Tamaulipas, con 4.26 en una escala de 0 a 10; Hidalgo, con 4.63, y Zacatecas, con 4.7.
Las otras entidades reprobadas fueron Aguascalientes, Chiapas, Guerrero, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Sonora, Tabasco y Tamaulipas. El Cereso con la peor evaluación fue el de Atotonilco El Grande, Hidalgo, con una calificación de 2.72. Se encontraron ahí deficiencias en las condiciones de aislamiento, atención de la salud, alimentación, condiciones materiales e higiene, y en el procedimiento para la imposición de las sanciones disciplinarias, entre otras.
En tanto, la entidad con la calificación más alta fue Querétaro, con 8.22, y el Cereso mejor evaluado fue el Centro Varonil de Seguridad Penitenciaria I de Ciudad de México, con 8.43.
Nuevo León fue la entidad que reportó mayor número de incidentes, con 186; seguida por el Estado de México, con 183, y Oaxaca, con 88. El mayor número de homicidios tuvo lugar en penales del Estado de México, con 14.
La CNDH advierte que la violencia está vinculada con la sobrepoblación y con la capacidad y equipamiento del personal destinado a la vigilancia de los Ceresos.