Proliferan las máquinas despachadoras de agua purificada en colonias populares de Torreón. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Ante la proliferación de máquinas expendedoras de agua, sobre todo en colonias populares de Torreón, se llevan a cabo revisiones periódicas a los puntos identificados, aunque el crecimiento ha sido en tal proporción que se estima la existencia de unas 200 y hasta 300.
Cada vez es más común encontrar las máquinas despachadoras a la vuelta de la esquina, por lo que la Dirección de Inspección y Verificación Municipal se encarga de revisar las condiciones en que operan estos establecimientos para que cumplan tanto el aspecto de la documentación como el sanitario, en el cual se trabaja en coordinación con la Secretaría de Salud.
Según lo informado por el titular de la dependencia, Raúl Rodríguez, se realizan entre 10 y 15 visitas o invitaciones diarias a los propietarios de negocios de este giro, para comprobar que cuenten con toda la documentación o, de lo contrario, se pongan al corriente.
Entre los principales requisitos que deben reunir son tener la licencia mercantil vigente, certificado de fumigación, así como los resultados de laboratorio que comprueben que el producto está en condiciones aptas para el consumo humano.
Además, deben estar dados de alta en el Simas como usuarios de tipo industrial, por la cantidad de agua que consumen.
Como resultado de las inspecciones, se ha detectado que el incumplimiento más recurrente es carecer de licencia mercantil, lo cual se ha dado en el total de unas 15, 10 o menos revisiones practicadas por día, indicó Rodríguez.
En una primera instancia, se les invita a que cumplan con toda la documentación, pero si reinciden en la omisión se practica la clausura del establecimiento, acciones de las cuales se tienen registradas cinco en lo que va del año.
CUMPLIMIENTO DE NORMA
La Norma Oficial Mexicana NOM-201-SSA1-2015 establece las especificaciones sanitarias de productos y servicios de agua y hielo para consumo humano, envasados y a granel en el país.
Con ello, se debe garantizar la inocuidad y calidad mediante el análisis microbiológico, que examina la presencia de bacterias, virus, parásitos y hongos que pueden estar inmersos en el agua purificada; la composición química para detectar la concentración de minerales, metales pesados, compuestos orgánicos y otros.
También se revisan los residuos de purificación, con métodos de desinfección como la cloración y ozonificación.