(ANGÉLICA SANDOVAL)
Después de que el huracán Otis golpeara con fuerza al puerto de Acapulco, Guerrero, miles de personas comenzaron a saquear tiendas de autoservicio y centros comerciales. Además, están desmantelando vehículos que se quedaron varados y ejerciendo violencia, sin que ninguna autoridad controle la situación.
En las calles principales se pudo observar a personas adultas, jóvenes y niños y niñas que llevaban apresurados carros de supermercado llenos de alimentos, bebidas saborizantes y alcohólicas, papel higiénico, pañales, agua embotellada, colchones, ropa y zapatos de marca, electrodomésticos, motocicletas, entre otros.
Cientos de turistas, principalmente internacionales, tienen incertidumbre, pues según versiones extraoficiales que han surgido en la zona diamante, hubo afectaciones en la Torre de Control del Aeropuerto de Acapulco y se han cancelado los vuelos que se tenían programados para esta semana.
Cabe hacer mención que desde ayer comenzaron a llegar autobuses a algunos hoteles; varios de ellos fueron enviados por Industrias Peñoles. La empresa está colaborando con el traslado de personas de distintos estados de la República y de países como Perú hacia Ciudad de México.
Desde el impacto de Otis, tuvo que pasar día y medio para que los gobiernos municipales y estatales se acercaran a brindar información oficial al turismo o a auxiliar a aquellas personas que sufrieron alguna lesión.
Hasta las 14:00 horas de este jueves, la zona hotelera estaba incomunicada; no había telefonía, internet ni energía eléctrica.
En otros departamentos de alquiler que se encuentran alejados de la playa y con múltiples daños, hay turistas desesperados porque no encuentran la forma de salir a sus lugares de origen y están preocupados ya que con los actos de rapiña, temen por la falta de provisiones para poder subsistir. Además, no hay combustible para sus vehículos particulares.
Otis ha provocado un caos en Acapulco. La Costa está devastada y desde el huracán Paulina no se había vivido un fenómeno tan “espeluznante” como lo catalogaron algunas personas que residen en el lugar acapulqueño.