Como indignante, calificó la CEM los hechos violentos de Ciudad Juárez y de Culiacán. (ESPECIAL)
a Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se pronunció sobre los hechos registrados tanto en Ciudad Juárez, Chihuahua, como el más reciente en Culiacán, Sinaloa, hechos en los que se registraron pérdidas humanas, por lo que señalaron sentir dolor e indignación tras lo sucedido.
"En la Conferencia del Episcopado Mexicano con profundo dolor e indignación, nos unimos en comunión de oraciones y solidaridad con las comunidades de Culiacán y de Ciudad Juárez que están viviendo días de incertidumbre y angustia", señala el documento firmado por Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey, Nuevo León y presidente de la CEM, así como por Ramón Castro Castro, obispo de Cuernavaca, Morelos y secretario general de la CEM.
"En medio de estos episodios de muerte y crimen que se padecen en nuestra Nación, denunciamos públicamente estas situaciones y exigimos a todo grupo criminal recapacitar ante el dolor y el sufrimiento que ocasionan a sus propios hermanos. Tanta violencia sigue manchando de sangre nuestra historia y debilitando nuestros procesos de paz", reza el documento.
Razón por la que las autoridades eclesiásticas piden a las autoridades mantener la estabilidad nacional y el Estado de Derecho.
"Pedimos a las autoridades de todos los niveles, mantengan la estabilidad nacional y el Estado de Derecho ante el crimen organizado".
Así mismo, pedían al pueblo de México unirse en oración durante la jornada especial establecida como tal el día 6 de enero, "pidiendo a Dios que toque el corazón de quien hace daño a sus propios hermanos y suplicamos a la Santísima Virgen María de Guadalupe, Reina de la paz que interceda para convertir nuestros corazones para ser verdaderos arquitectos y artesanos de paz".