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Sin miedo a nada

RODOLFO CERPA

Ha llegado el momento de que solo han quedado cuatro equipos en busca del partido grande y donde tres de ellos, estuvieron así hace un año y a pesar de que esperábamos quizás un poco más de drama de la ronda divisional de los playoffs, al final, las cuatro mejores escuadras quedan en pie y cada uno con un caso sólido para el Trofeo Vince Lombardi en que este próximo domingo, todos jugando para un viaje al desierto en el encuentro donde hasta parece que nuestro planeta se detiene.

Primero será la NFC en la cuna de la independencia de los Estados Unidos por allí de las 14:00 horas con las Águilas que le pasaron encima a los Gigantes por 38-7 el sábado por la noche derribando el telón sobre un rival de manera vergonzosa y al mismo tiempo restauró la imagen del sembrado número uno de la Conferencia Nacional como un monstruo arrogante con el que no se debe jugar. 

Al ingresar al fin de semana, no estaba claro qué versión de Filadelfia veríamos en la ronda divisional después de un cierre de temporada laborioso, con dudas persistentes sobre la salud de las estrellas clave, sin embargo, el mariscal de campo Jalen Hurts, parecía que se comía al mundo y su coeficiente intelectual para jugar este deporte, solo lo hace para demostrar que podría llevarlos a soñar como cuando Nick Foles enmudeció a todos al vencer a Nueva Inglaterra en el SB LII.

Y enfrente tendrán a los sorprendentes 49'ers que nos atrevemos a decir que, ningún seguidor de la escuadra de la bahía en su sano juicio y después de que en la semana uno Trey Lance quedó fuera por el resto de la temporada, habrían llegado al juego de campeonato de conferencia y todavía más cuando Jimmy Garoppolo también le dijo adiós a la campaña, nunca se imaginaron estar nuevamente buscando el pase al juego grande.

La historia del domingo no fue Brock Purdy y la ofensiva imparable porque fue, como lo ha sido todo la temporada, su defensa sofocante la que hizo la mayor parte del trabajo pesado en una victoria de 19-12 sobre los Vaqueros que marcó el boleto de San Francisco para una tercera aparición en un juego por el título de la NFC en cuatro años y este, es un rasgo de todos los equipos verdaderamente grandes donde debes estar en modo de cambiar formas, especialmente en el crisol de la postemporada de la NFL y este desafío será aun mayor el domingo en Filadelfia, pero el equipo de Kyle Shanahan, está probado en la batalla, invictos desde octubre y lo suficientemente versátiles para manejar cualquier cosa que se les presente.

Y ya después por allí de las 17:30 horas, lo que parece una venganza y en el que se vuelven a ver las caras los Jefes y los Bengalíes, la escuadra de Andy Reid está de vuelta en el Juego de Campeonato de la AFC por quinto año consecutivo, un logro increíble en una era de gran paridad para la NFL y por supuesto, simplemente llegar al partido por el título de la conferencia no es lo suficientemente bueno para una franquicia tan condecorada como Kansas City porque se trata del Trofeo Lombardi y es justo preguntarse qué tan mal se vieron afectadas las posibilidades del equipo de asegurar ese hardware cuando Patrick Mahomes sufrió ese retorcido esguince de tobillo alto en la victoria del sábado 27-20 sobre los Jaguares.

Mahomes ha prometido jugar este fin de semana, pero su habilidad para improvisar sin estructura y usar su movilidad para hacer jugadas es inherente a su grandeza ya que completó solo uno de dos lanzamientos fuera del bolsillo en la segunda mitad contra Jacksonville donde, en este rubro, lideró la NFL con 117 pases durante la temporada regular, pero Kansas City lo necesita en su mejor forma para vencer a Cincinnati, y eso podría no ser físicamente posible.

Y ahora ¿Alguien más comienza a tener la sensación de que Joe Burrow simplemente es el pasador de moda? Porque el domingo pasado en la nieve, parecía jugando como mariscal de campo poseído en Orchard Park, destrozando a los Bills en una contundente victoria de 27-10 que envió a Cincinnati de regreso al Juego de Campeonato de la AFC por segundo año consecutivo. 

Burrow fue casualmente dominante, pero no lo hizo solo, porque la defensa de Lou Anarumo, puso el temido ataque de Buffalo en una cabina telefónica, mientras que la línea ofensiva de los aún campeones de la AFC, está plagada de signos de interrogación después de una serie de lesiones, pero el chamaco egresado de LSU, estuvo consistentemente abierto a grandes carriles para el corredor Joe Mixon dominando de principio a fin. Este es un mariscal de campo y un equipo que no le teme a nadie, incluidos los Jefes.

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