El órgano supervisor de la sana competencia en Suiza iniciará la colecta de información para evaluar la venta de Credit Suisse a su rival UBS, pero incluso si determina que se han incumplido ciertas condiciones, la operación seguirá su curso porque la autoridad federal de regulación del mercado financiero tiene la última palabra en esta cuestión.
El director de la Comisión de la Competencia, Patrick Ducrey, declaró que la decisión sobre los aspectos reglamentarios de la fusión de los dos bancos corresponde a la FINMA, la autoridad de supervisión de los mercados financieros, que tiene la potestad de ir más allá de los aspectos puramente de competencia.
"La FINMA lo puede hacer si la protección de los acreedores y la estabilidad financiera están en juego", indicó.
La compra del Credit Suisse convertirá a UBS en el banco de lejos más grande de Suiza, por lo que el riesgo sistémico que representa para la economía suiza e internacional será todavía más importante de lo que ha sido hasta ahora.
Varios detractores han considerado que esto podría perjudicar la competencia sana en el mercado bancario.
Credit Suisse y UBS forman parte de los treinta establecimientos considerados de riesgo sistémico que no pueden caer ("too big to fail").
La evaluación de la Comisión de la Competencia empezará tan solo cuando el procedimiento de venta concluya, lo que se prevé ocurrirá todavía dentro de varios meses, pero no podrá impedir la transacción, indicó el responsable de la entidad.