Las noches en Torreón han sido sumamente calurosas en este año, a consecuencia de falta de áreas verdes y exceso de concreto.
En esta temporada de verano se han registrado cerca de 10 días con temperaturas mínimas que han sido menores a los 26 grados centígrados en Torreón, lo que se traduce en que las noches han sido extremadamente calurosas.
La temperatura en la región lagunera este año ha sido muy alta, con una suma de 35 días en los que las temperaturas máximas han alcanzado los 40 grados centígrados o más, y se ha roto el récord histórico en calor, con 45.7 grados al abrigo en Torreón, mientras que San Pedro ha alcanzado hasta 48 grados, mientras que a la intemperie se estima que son hasta 4 ó 5 grados más.
Si a las altas temperaturas se le añade que la zona urbana carece de suficientes áreas verdes y que predomina el concreto, el resultado son "islas de calor" que absorben los rayos solares y tardan demasiado en enfriarse, de ahí que las noches suelen ser sumamente calurosas.
El indicador de área verde por habitante en Torreón es de 4 metros cuadrados, considerablemente por debajo de la recomendación de ONU Hábitat, que es tener 15. Entonces las noches ya no son frescas, pues las temperaturas nocturnas no alcanzan a refrescar lo necesario para contrastar con el calor agobiante diurno.
ADVERTENCIA
Los científicos han advertido que las noches más calurosas son una consecuencia de la crisis climática. Se cree que es porque, a medida que los días se calientan, hay más humedad en el aire que atrapa el calor, durante el día esa humedad refleja el calor, pero por la noche lo atrapa.
Esto es, la superficie absorbe el calor y durante la noche libera lo retenido, sobre todo en las viviendas de concreto.
Además, en la Comarca Lagunera no se han registrado vientos del componente norte para que refresque en estas épocas del año, cuando el principal viento viene del sur, por lo que no es fresco ni aminora estas temperaturas.
El aumento del calor nocturno es aún más común en las ciudades debido al efecto de isla de calor urbano, en el que las áreas metropolitanas son significativamente más calurosas que sus alrededores. Los lugares con mucho asfalto, concreto, edificios y autopistas absorben más calor del sol que las zonas con amplios parques, ríos y calles arboladas. Por la noche, cuando se supone que las temperaturas descienden, el calor retenido se libera de nuevo al aire.
Las zonas con muchos espacios verdes, con césped y árboles que reflejan la luz del sol y crean sombra, son más frescas en los días más calurosos del verano.
