En el corazón del vibrante Centro de Torreón, entre las sombras que proyectan la calle Blanco entre las avenidas Morelos y Juárez, se erige un lugar donde el tiempo parece detenerse, y la tradición se mantiene más viva que nunca. Este rincón es el hogar de la "Sombrerería La Potosina", un establecimiento que ha dejado una huella imborrable en la Comarca Lagunera durante más de medio siglo.
Su dueño y guardián, José Alberto Serrano, es un hombre cuya pasión por los sombreros trasciende generaciones. La historia de esta joya de la cultura lagunera se remonta a las raíces familiares de Don Pepe, quien ha heredado con orgullo el legado de su familia, manteniendo viva la llama de esta singular tienda de sombreros.
Dentro de "Sombrerería La Potosina", uno se sumerge en un abanico de estilos, formas y tamaños de sombreros, cada uno con su propia historia. Desde los sombreros de bailables, hasta las elegantes boinas españolas que susurran la pasión y el misterio de tierras lejanas. Don Pepe atiende a aquellos en busca del sombrero perfecto, sea para una ocasión especial o para la vida cotidiana.
Pero lo que realmente distingue a esta sombrerería es su dedicación incansable a la artesanía.
Entre las paredes de "La Potosina", el arte de la reparación y limpieza de sombreros hechos de fieltro se lleva a cabo con meticulosidad y cariño. Este servicio es un testimonio de la devoción de Don Pepe por su oficio, un compromiso inquebrantable de satisfacer a sus clientes y un ejemplo de cómo el espíritu humano puede elevar cualquier tarea cotidiana a un nivel de arte.
"Primero, quitarle toda suciedad, lavarlo, se puede lavar en disolvente o con agua y jabón, se espera a que se seque, luego meterle una goma para que agarre de nuevo el cuerpo, esperar que se seque para plancharlo y darle el acabado final, es un proceso de unos 5 a 6 días" explicó José Alberto, mientras limpiaba un sombrero negro tejano.
Don Pepe, un hombre que sabe apreciar la elegancia de un buen sombrero, tiene predilección por los casuales y los estilos pachuco. Sus propios gustos y su atención al detalle se reflejan en cada sombrero que sale de su tienda, cada uno impregnado con su amor y conocimiento.
UNA SOLICITUD INUSUAL
Entre las numerosas anécdotas que dan vida a la "Sombrerería La Potosina", destaca una que ilustra la creatividad y el ingenio de Don Pepe. Un día, un luchador local entró en la tienda con una solicitud inusual: quería un sombrero en forma de pirata. Sin pestañear, Don Pepe se sumergió en la creación, y el resultado fue una obra maestra que dejó a todos con la boca abierta.
Esta historia es un recordatorio de que en este rincón de Torreón, los sueños y la tradición se entrelazan de manera única. "Fue un poco difícil, pues no es muy común este tipo de sombreros, como lleva tres picos, y la forma es distinta, tenía que darle bien el acabado, me tardé una semana pero se logró y el cliente quedó satisfecho".
UN VIAJE EN EL TIEMPO
La "Sombrerería La Potosina" es más que una tienda de sombreros; es un testimonio de la pasión, dedicación y creatividad que florecen en la Comarca Lagunera.
Cada visita a este rincón de la ciudad es un viaje a través del tiempo y una oportunidad para apreciar la artesanía que trasciende generaciones. En "La Potosina", Don Pepe y su equipo tejen historias en forma de sombrero, y cada sombrero es un tributo al lado humano que late en el corazón de Torreón.
Más que una tienda
'Sombrerería La Potosina' es más que una tienda de sombreros:
* Es un testimonio de la pasión, dedicación y creatividad que florecen en la Comarca Lagunera.
* Cada visita a este rincón de la ciudad es un viaje a través del tiempo y una oportunidad para apreciar la artesanía que trasciende generaciones.
La 'Sombrerería La Potosina' es más que una tienda de sombreros. (VERÓNICA RIVERA)