CORTESÍA: NETFLIX/ ARGOS
Hace casi un mes, Maite Perroni de 39 años, anunció al mundo entero que se convertiría en madre por primera vez, a lado de su esposo, el productor Andrés Tovar. Su embarazo resultó toda una sorpresa, sobre todo porque la pareja llevaba muy poco tiempo de casados y Perroni acaba de enfrascarse en una extensa gira con el grupo que le dio fama internacional, RBD.
Pero estos conciertos no eran el único proyecto que Maite tenía entre sus planes; recientemente y de la mano de Netflix, estrenó Triada, una de las series más demandantes en su carrera y que también podría significar la última.
En tan solo unos días, la historia de unas trillizas que crecieron separadas y se reencuentran por una mala jugada del destino, ha logrado atrapar al público y posicionarse dentro de las más vistas de la plataforma de "streaming"; muchos de los espectadores ya piden que se confirme una segunda temporada, pero la actriz confesó que, por ahora, no seguirá trabajando en la actuación.
Con su embarazo y los planes con RBD, Perroni tiene muy poco tiempo para los proyectos en plataformas, cine o televisión: "Creo que será imposible por este momento", afirmó durante una charla con diferentes medios internacionales en la que EL UNIVERSAL estuvo presente.
Pero eso no quiere decir que la también cantante ya piense en el retiro, incluso, reveló que será el tiempo y su público quienes dicten lo que sigue para ella, profesionalmente hablando: "¿Qué pasará más adelante, no lo sé, la vida nos lo dirá; hoy por hoy estamos full con todo esto y emocionadísimos con poder compartirlo con la gente y ya el tiempo y la gente nos dirá si hay o no hay más, pero por lo pronto no sabemos", agregó.
El proyecto más desafiante de su carrera
Las apariciones de la actriz mexicana suelen ser muy aplaudidas, tanto en televisión como en plataformas digitales, y Triada no ha sido la excepción.
Pero ese éxito no ha sido fácil, y es que para Maite fue todo un reto poder interpretar a tres personajes a la vez; sobre todo porque no recibió uno; sino tres guiones, además de que las trillizas eran personajes que crecieron en ambientes totalmente diferentes, lo que lo hizo más complicado.
"Un día me enfocaba en todas las escenas de Beca para entenderla, conocerla, sentirla y otros días trabajaba con la otra. Tenía tres guiones con distintos colores por personaje y ya al final, pues trabajé con un guion donde estaban todas y ya lo tenía procesado, pero fue mucho trabajo de tiempo en donde me fui involucrando con distintas etapas", contó Maite a EL UNIVERSAL.
Estas tres hermanas tenían vidas, personalidades, familias y trabajos completamente distintos; una de ellas es una bailarina de pole dance, lo que le exigió a Maite practicar con una experta y hasta le provocó un accidente.
"Estuve con Erandi, que fue mi gran cómplice con todo este tema del pole dance, me tuvo mucha paciencia y me acompañó en este proceso porque estábamos en el rodaje y de ahí salía a las 11 de la noche o 12, a la hora que fuera practicábamos la rutina y me enseñaba un poco de técnica; fue otro reto dentro de los muchos que hubo, me esguincé un pie, luego el otro pie, entonces entre un esguince y otro esguince esto fue lo que se logró, fue interesante y retador", recordó.