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Un tribunal paquistaní decretó este miércoles una orden de prisión preventiva de ocho días para el ex primer ministro Imran Khan por el caso de supuesta corrupción por el que fue arrestado ayer y que ha desatado disturbios en el país.
Las autoridades concedieron a la Oficina Nacional de Responsabilidad (NAB) la orden de prisión preventiva de ocho días para el líder opositor por el caso conocido en el país como el "Qadir Trust", relacionado con un fondo para la educación, según indicaron medios paquistaníes.
Un tribunal de sesiones también acusó a Khan por otro caso sobre los obsequios recibidos durante su gobierno.
El ex primer ministro paquistaní fue llevado ante las autoridades judiciales de Islamabad para comparecer por este caso después de que la NAB solicitase prisión preventiva física de 14 días, el máximo permitido por la ley paquistaní.
El abogado del opositor Pakistán Tehreek-e-Insaf (PTI) Khawaja Harris se opuso a esta solicitud, y criticó que las autoridades se reservasen el veredicto para este caso.
El líder opositor lleva más 24 horas detenido por las autoridades tras un violento operativo en la sede de una corte de la capital paquistaní cuando se dirigía al tribunal para solicitar una medida de libertad bajo fianza en uno de los casos presentados en su contra.
El arresto de este carismático líder encendió las calles del país, sobre todo en la provincia oriental de Punjab, la más poblada del país, donde el Ejército se ha desplegado para controlar a los manifestantes.
Según la Policía de Punjab, en un balance publicado por medios paquistaníes, se han producido hasta ahora 945 arrestos y más de 130 funcionarios policiales han resultado heridos desde que estallaron las protestas
La creciente tensión por el arresto de una de las figuras de mayor popularidad en Pakistán ha llevado a la suspensión de los servicios de Internet móvil en todo el país por un período indefinido, mientras que en Islamabad y en la provinncia de Punjab se han impuesto medidas de excepción que permiten a las autoridades prohibir actividades que supongan una amenaza a la seguridad.