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El Supremo Tribunal Federal de Brasil liberó este martes para ser juzgado el caso sobre la despenalización del aborto hasta las 12 semanas de gestación, aunque todavía no hay fecha para el juicio.
La presidenta del Supremo, Rosa Weber, que también es la magistrada ponente del caso, decidió que el juicio sobre la despenalización ya puede ser incluido en la agenda, seis años después de que el tema llegara al tribunal.
Una vez "liberado", ahora dependerá de la misma presidenta del Supremo decidir cuándo se debate el asunto.
Weber se tiene que jubilar a principios de octubre, momento en que cumple 75 años, aunque tiene la posibilidad de adelantar el sentido de su voto antes de dejar la silla.
La magistrada, que es de tendencia liberal, convocó en 2018 una audiencia pública con profesionales de la salud y ONG de derechos humanos para tratar lo que tachó de uno de los temas jurídicos "más sensibles y delicados".
La acción judicial fue presentada en 2017 por el PSOL, un partido de izquierdas, por considerar que la prohibición del aborto violaba el derecho de las mujeres a la igualdad, la dignidad, la libertad y la salud.
Brasil, cuyo Congreso está dominado por partidos de derecha, solo permite la interrupción del embarazo en casos de violación, riesgo para la madre y fetos con anencefalia.
Pese a ubicarse en la izquierda, el presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, declaró durante la campaña electoral de 2022 que él estaba en contra del aborto y que, de todos modos, se trataba de un tema que no le competía al jefe de Estado, sino al Congreso.
Un 43 % de los brasileños se opone a la legalización del aborto, frente al 39 % que lo apoya, según una reciente encuesta realizada por la empresa de datos Ipsos.
El apoyo a la interrupción del embarazo ha caído nueve puntos porcentuales respecto al año pasado, de acuerdo a esta misma encuesta.