Presentó su renuncia el Ministro más corrupto y parcial que ha tenido la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Como era por demás previsible, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea abandonó su puesto como representante en el Poder Judicial para sumarse nada menos que al proyecto de quienes siempre fueron sus amos visibles; el Presidente de la República y su candidata títere.
De manera teatral y preparado hasta con un video en donde comparte mesa con la misma, el ex Ministro matraquero pretendió ganar puntos ante quienes sirve, tratando de atraer la atención hacia Sheinbaum como candidata, dada la nulidad en cuanto a efervescencia pública que no ha logrado pese a ser ungida por el dedazo presidencial.
Zaldívar Lelo había sido nombrado en su momento Ministro para cubrir la vacante por terminación del encargo de Genaro David Góngora Pimentel en 2009. Sin embargo, desde mucho tiempo atrás siempre se había sospechado de su parcialidad y favoritismo hacia López con quien, de manera conjunta, había planeado desde varias reformas a la Constitución y hasta el intento de que Zaldívar se quedara 2 años adicionales en su puesto, algo que por fortuna no sucedió debido a las críticas y cuestionamientos legales que lo anterior implicaba, por lo que ante este fracaso tuvo que cumplir con mandato, dejando su puesto a la Ministra Norma Lucía Piña como Presidenta de la Suprema Corte.
Consciente de que ha sido criticado duramente por la opinión pública debido a su sumisión continua y vergonzante ante los caprichos del Poder Ejecutivo, Zaldívar pretendió sacudirse de cuestionamientos, pretextando que: " Nadie puede criticar con fundamento alguno que exista la relación de Poderes del Estado Mexicano, nadie tiene la capacidad humana de evitar la antipatía o el afecto entre personas de dichos poderes, ni nadie debe ocultar una relación humana que se da dentro del marco de la ley".
Sin embargo, esta cuestión en sí no es lo que se le objeta sino su desempeño deplorable como representante de un Poder autónomo, sobre todo ante los constantes ataques y críticas denigrantes por parte de López contra la Suprema Corte; mismo contra los que nunca se pronunció ni censuró mientras cobró ahí.
Ciertamente en Política no existen las casualidades, por lo que la renuncia de Arturo Zaldívar a su puesto obedece nada menos que a cálculos premeditados, sobre todo ante la conveniencia de brincar a otro barco desde donde se está debilitando de manera sistemática y continua tanto la libertad como el decoro de una de las pocas instituciones autónomas y dignas con las que el país todavía dispone como contrapeso ante las arbitrariedades de los demás poderes.
Con su ausencia, López pretenderá imponer a otro Ministro títere y corrupto en sustituto del corrupto que se va para hacer agua en la campaña gobiernista, en un intento por conservar algo de influencia al interior del Poder Judicial, contando para ello con la plagiaria Yazmín Esquivel y la amiga incondicional de sus hijos, Loretta Ortíz.
Según lo que acordó con López y Sheinbaum, si MORENA ganara la elección, Zaldívar sería nombrado Consejero Jurídico de la Presidencia; cargo que no le impide ocupar la prohibición del Artículo 101 constitucional, donde aguardaría el tiempo adecuado para moverse a otro puesto en el Gabinete una vez que se cumplan los dos años que marca la Constitución.
Se menciona que lo que busca es convertirse en titular de la Fiscalía General de la República, una vez que concluya su gestión Alejandro Gertz Manero, o incluso antes, donde le cuidaría las espaldas a su amigo Gertz Manero.
Sin embargo, la servidumbre no es gratuita por lo que no sería descartable que también aspirara a la Secretaría de Gobernación para de ahí dar el salto-o el asalto-a la Presidencia de la República, atendiendo a sus antecedentes inescrupulosos al igual que a su ambición desmedida.