Más allá de no pagar las cuentas o no estar presente en casa, un padre ausente es aquel que no está involucrado emocionalmente en el desarrollo de sus hijos, hecho que repercutirá en la formación de su identidad.
El psicólogo y psicoterapeuta José Antonio Miranda, detalla que así como la presencia de la madre es imponente al generar confianza y seguridad, y quien es la primera persona con la que se aprende a amar, es el padre cuya la presencia llega a poner las reglas, la que genera la independencia, y la que además, ayuda a los hijos, se relacionen con la mamá o con el resto de la familia.
Si el padre no está presente, no existen límites, no hay esa confianza, esa seguridad que requiere cada familia y en cada individuo.
“Un padre ausente es el que emocionalmente no está. La gente puede decir ‘mi papá sí paga las cuentas, es responsable en los pagos, va a la casa, es una persona fiel con mi mamá’, pero estar presente emocionalmente quiere decir que esté involucrado en el desarrollo de tu hijo”.
Pero el que se diga, a mi me gusta la lucha libre y se lleva a su hijo, no es un involucramiento sino una imposición, “es decir, que yo vaya conociendo a mis hijos y que mis hijos me conozcan a mi y que a través de esa relación y conocimiento sobre todo, de ahí se va a formar la identidad”.
La falta de un padre o el padre ausente, puede repercutir en el varón en el no poder identificarse o que pueda tener muchas identificaciones por lo general.
En el caso de las mujeres, se da eses fenómeno conocido actualmente como daddy issues, que es cuando las mujeres que parecen niñas buscan al papá en las parejas, es decir, que se relacionan con gente más grande.
“Son fenómenos como muy peculiares ahorita que se están dando de moda porque hay una falta de presencia de padre, a veces de la madre, pero principalmente del padre”, explicó el especialista.
Otra repercusión que estadísticamente se han dado, es que la mujer no tenga seguridad social, ni en lo económico, “no quiere decir que decir que la mamá no pueda ganar dinero, pero en situaciones de independencia de acertividad social va a batallar con eso”.
El hijo varón, agregó tiene dos opciones, ser muy fuerte, estar compensando ser así como el macho tradicional, o ser una persona muy sensible, muy frágil que no se logra fortalecer por esa figura del padre que no hubo un espejo donde no verse.
“Al final del día tanto la mujer como el hombre, va a generar la carencia que se va a estar notando y esas personas van a buscar al papá en el tío, en el novio, en el maestro, y van a depositar todo lo que no tuvieron con el papá en esa figuras”.
Mensaje
Miranda deja claro que no existe el padre perfecto.
“Siempre vas a tener carencia, que esas carencias las veas como un aprendizaje, ya también depende de ti, ya no nada más del papá.
Se trata de que nosotros seamos el mejor papá con nosotros mismos.
El problema es que ahí una de las maneras es la terapia, decir, sabes que tu papá te quedó debiendo 2 pesos, hablando económicamente, entonces no vayas a querer cobrarles esos dos pesos a tus hijos, lo que estás dando la carencia que tu papá te dejó.
Si tu papá no te dio esos dos pesos no trates de darle a a tus hijos cuatro pesos sino tratar de darles lo que ellos necesitan”.
También consideró una pieza fundamental entre padre e hijos, la comunicación.
“Es necesario conocernos, y para conocernos, implica hablar de las cosas que no nos gustan de nuestros padres. Y a veces tenemos ese miedo, de decir, “no te enojes con Dios, con tu papá, con tu jefe, hay que enojarse, no encapricharse, poner límites y a través de eso, ese padre que tu necesitas te lo estás dando a ti mismo, y es ahí cuando evolucionas”.
En el marco del día del Padre, el especialista invita a esas personas que tienen la oportunidad de tener a su padre con ellos, a que disfruten de ese tiempo en vida.
“Abrácenlo, díganle que lo quieren, céntrense que se tienen que arreglar las cosas en vida
Arreglar las cosas con el papá, haciendo las pases con tu papá, “haces las pases con tu padre interno”.
(EL SIGLO DE TORREÓN)