Se tenía la idea de que el antiviral se pondría a la venta solo en ciudades grandes. (ARCHIVO)
“Nos sentimos como de primer mundo”, dijo una de las personas en el municipio de San Pedro, al preguntarle su punto de vista sobre la venta libre de la vacuna antiCOVID, ya que se tenía la idea de que el antiviral se pondría a la venta solo en ciudades grandes, del estado como Torreón o Saltillo.
La determinación de las autoridades de poner al alcance de todos el biológico es bien vista, ya que dijeron que aunque es un poco cara, vale la pena “hacer el sacrificio” para comprarla, si se considera que un tratamiento para recuperarse de la COVID-19, les resulta más costoso o presentar complicaciones con resultados fatales.
“Me parece perfecto, por que la verdad una vacuna en mil pesos, no es nada, después de lo que hemos padecido, mejor hacer el sacrificio y comprarla, lo prefiero a quedarme otra vez ‘tirado’ quince días’, como cuando me dio la enfermedad, pero afortunadamente mi nuera trabaja en la Secretaria de Salud y estuvo al pendiente de mí y eso me ayudó mucho, pero no todos tienen esa posibilidad y les fue muy mal, ya ves que muchos murieron, cuando estuvo lo más fuerte de la enfermedad y la verdad es que el gobierno no supo como actuar” dijo el señor Aberlardo.
Incluso dijo que cuando empezó la pandemia, aprovechó un viaje que hizo a la frontera con Estados Unidos y se vacunó, por el caos que había cuando empezaron las campañas para atender a los adultos mayores, pero repitió que no todos tenían esa posibilidad.
Otro señor de nombre Vidal, de 78 años, originario del ejido San Lorenzo, coincidió en lo benéfico que será el poder conseguir las vacunas en las farmacias, aunque todavía es un poco costoso, pero dijo que hay medicamento para atender otras enfermedades que también son caros, por lo que se podría hacer el esfuerzo para adquirir la vacuna.
Agregó que, afortunadamente no se enfermó y que se aplicó el antígeno en tres ocasiones, en las campañas de vacunación que realizaron conjuntamente el gobierno federal y estatal, pero está consciente de que la enfermedad llegó para quedarse, como otras que le han tocado sortear a lo largo se su vida.