(GIAN EHRENZELLER / EFE)
La amplia coalición oficialista tejida por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva permitirá a Brasil superar los desafíos generados por los extremistas, como quedó demostrado tras los actos golpistas del 8 de enero, afirmó este martes el ministro brasileño de Hacienda, Fernando Haddad.
El ministro aprovechó una sesión del Foro Económico Mundial en Davos (Suiza) dedicada a Brasil para transmitir un mensaje tranquilizador sobre la situación del país tras el asalto a las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema por parte de miles de seguidores radicales del expresidente Jair Bolsonaro.
"Lula consiguió una importante coalición de fuerzas políticas en la primera vuelta de las presidenciales, que amplió en la segunda y tras asumir el poder, y hoy cuenta con una base de sustentación que, a pesar de su relativa fragilidad, es robusta lo suficiente para enfrentar los desafíos generados por la extrema derecha", dijo.
De acuerdo con el ministro, las fuerzas democráticas se unieron para apoyar a Lula tras los actos golpistas y garantizar que Brasil superara en pocas horas la grave crisis política.
"La respuesta institucional al 8 de enero fue muy importante. Los gobernadores de los 27 estados del país y los responsables por los tres poderes se unieron para tomar las medidas necesarias para enfrentar el desorden de ese día", afirmó.
Según Haddad, la situación fue resuelta en menos de 24 horas y el país no solo recuperó su estabilidad política como fortaleció las instituciones democráticas.
"De todos modos es algo que nos preocupa porque no es cómodo tener una oposición extremista. Lo que necesitamos son partidos comprometidos con la democracia que se turnen en el poder y en Brasil no está ocurriendo eso", afirmó.
El ministro dijo que lo más grave es tener como oposición a una extrema derecha que se organizó y ya cuenta con viabilidad política.
Por su parte, la ministra de Medioambiente, Marina Silva, que también participó en la conferencia en Davos, aclaró que la amenaza de la extrema derecha no es un problema exclusivo del país.
"Es un fenómeno que ocurre en todo el mundo. Las democracias ahora trabajan para enfrentar estas situaciones que son desestabilizadores, no solo política sino también económica y socialmente, y que ahuyentan las inversiones necesarias para mejorar la calidad de vida de la población", afirmó.
Agregó que para Brasil no es un consuelo saber que estas amenazas no son exclusivas de país y que ocurrieron hasta en el Capitolio de Estados Unidos, sino saber de su gran capacidad para superarlas.
"Tuvimos una gran capacidad de respuesta en pocas horas y eso demuestra que las instituciones están fortalecidas y que, incluso con una sociedad dividida, parte de los bolsonaristas no está de acuerdo con los actos extremos de ese día", dijo.
Agregó que Brasil hará esfuerzos para garantizar la estabilidad democrática en toda Latinoamérica y que Lula ya tiene viajes programados a los países vecinos para dar una respuesta política, económica y social conjunta a los graves problemas sociales y ambientales de la región.