Indicó que en estos tiempos difíciles hay esperanza. (SERGIO A. RODRÍGUEZ)
El interés para ingresar a un seminario y hacer una carrera sacerdotal es muy bajo, reconoció en Monclova Monseñor Hilario González, obispo de la Diócesis de Saltillo, quien nombró y presentó al nuevo párroco del templo de San Francisco de Asís.
Monseñor Hilario González, obispo de la Diócesis de Saltillo, informó que son pocos los aspirantes a sacerdotes.
Dijo que la Diócesis de Saltillo tiene actualmente a unos 50 seminaristas en diferentes grados académicos. De estos, explicó el prelado, 7 u 8 están en la última etapa de estudios teológicos, a 1 o 2 años de ordenarse, primero como diáconos y luego como sacerdotes.
Indicó que el lunes pasado ingresaron 16 aspirantes, un número mayor que el año pasado, cuando fueron 12.
Consideró como esperanzador este aumento, aunque reconoció que el número es bajo, pero indicó que en estos tiempos difíciles hay esperanza.
Cuestionado por el número de iglesias que pertenecen a la diócesis, Monseñor González dijo que son muchas, pero precisó que las parroquias, consideradas como unidades administrativas, son alrededor de 94 en toda la Diócesis, que se extiende desde Sierra Mojada, en el desierto de Coahuila, hasta Arteaga en el sureste del Estado.
Indicó que la iglesia con sus sacerdotes y sus comunidades parroquiales están apoyando a las familias de los obreros de Altos Hornos de México con asistencia básica con despensas, en la línea de oración, asesoría espiritual.
Expuso que muchas familias de trabajadores de la industria en crisis sufren problemas al interior, por lo que se les brinda la asistencia espiritual.
Aclaró que son muchas las familias que se encuentran en esta situación, no sólo por los problemas de alto son los de México.
Explicó que una de las secuelas que dejó la pandemia son los problemas psicológicos por el encierro y los problemas emocionales provocados por la enfermedad del COVID-19.