Antes del comienzo del mitin la Alcaldía de Moscú interrumpió el tránsito en varias calles aledañas al estadio. (ARCHIVO)
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, apeló este miércoles a la unidad de los rusos y su orgullo por el país al darse un baño de masas en un concierto en el estadio moscovita de Luzhnikí.
"Cuando estamos juntos, no hay nadie como nosotros. Nuestra fuerza está en la unidad", dijo el jefe del Kremlin durante un breve discurso ante la multitud congregada en Luzhnikí.
Según el líder ruso, todo el país apoya ahora a los militares rusos que combaten en Ucrania.
"Los combatientes rusos luchan con heroísmo y valentía. Rusia está orgullosa de ellos", aseguró Putin.
El líder ruso afirmó que los soldados luchan en las "fronteras históricas" de Rusia y algunos de ellos están ahora "con nosotros", dijo en alusión a la presencia de militares en el concierto en Luzhnikí.
Unas 200,000 personas asisten hoy en Moscú al mitin y concierto en apoyo a la campaña militar rusa en Ucrania, que se celebra en vísperas del primer aniversario del inicio de la contienda el 24 de febrero.
En las gradas, colmadas de público, prevalecen el azul, el rojo y el blanco, el color de la bandera rusa que muchos de los presentes ondean.
Además de la tribuna principal, donde Putin saludó a los presentes, en Luzhnikí fueron habilitados varios escenarios en los cuales actúan músicos y artistas rusos que apoyan la "operación militar especial".
Antes del comienzo del mitin la Alcaldía de Moscú interrumpió el tránsito en varias calles aledañas al estadio, desvió varias rutas de transporte público y prohibió el aparcamiento en las cercanías.
Según pudo constatar EFE, la seguridad de la ciudad fue reforzada con unidades adicionales de policía que hacían guardia en las principales estaciones de metro y otros lugares en patrullas de tres o cuatro efectivos.
A la vez, algunos usuarios de redes sociales publicaron imágenes en las que se puede ver a personas que abandonan el estadio de Luzhnikí en plento concierto debido a las bajas temperaturas en la capital rusa, donde esta mañana los termómetros bajaron hasta los 17 grados bajo cero.