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El presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró hoy que los ingresos al presupuesto federal del gas y petróleo, que cayeron en el primer trimestre un 45 % en comparación con el mismo periodo del año anterior, volverán a normalizarse a finales del segundo trimestre.
"Se espera que, para fines del segundo trimestre, en el contexto del aumento de los precios del petróleo, la situación cambie, los ingresos adicionales del petróleo y el gas comenzarán a fluir hacia el presupuesto", dijo Putin en una reunión con miembros del Gobierno ruso sobre el desarrollo socioeconómico del país.
Entre enero y marzo la contribución del gas y crudo a las arcas del Estado ruso alcanzaron 1.6 billones de rublos o 9 mil 514 millones de dólares, lo que supone una caída del 45 % con respecto a los tres primeros meses del año 2022.
Putin recalcó que ello significa 1.3 billones de rublos o 15 mil 847 millones de dólares menos que el año pasado,
Mientras, los ingresos no derivados de los hidrocarburos aumentaron un 14 % o 1.4 billones de rublos o 17 mil 75 millones de dólares.
A fin de compensar el déficit, el Estado ruso venderá entre el 7 de abril y el 5 de mayo divisas por un total de 74 mil 600 millones de rublos o 938.8 millones de dólares.
Rusia ha calculado su presupuesto con 70 dólares por barril, mientras que el Urals cotizaba de media 48.92 dólares en el primer trimestre, frente a los 88,95 dólares por barril en el mismo periodo de 2022, según el medio especializado oilprice.com.
La disminución de ingresos por petróleo y gas se debió principalmente a unos precios del petróleo Urals más bajos y a un descenso de las exportaciones de gas natural.
Debido a una disminución de la cotización del crudo Urals como fórmula objetiva para definir los precios de exportación del petróleo ruso y por ende calcular los ingresos al presupuesto, Rusia definió en febrero un nuevo mecanismo.
El Gobierno aún no lo ha especificado, pero el ministerio asegura que el nuevo mecanismo de cálculo "contribuirá a una recuperación gradual de los ingresos por impuestos sobre el sector petrolero, especialmente en la segunda mitad del año".
El 5 de diciembre pasado entró en vigor el embargo de la Unión Europea (UE) al petróleo procedente de Rusia por vía marítima, medida que coincidió con la imposición por la UE, el G7 y Australia de un precio tope de 60 dólares al barril de crudo ruso.
Además, el 5 de febrero la UE, el G7 y Australia comenzaron a aplicar también precios máximos a los productos petrolíferos ruso; 100 dólares por barril de diésel y de 40 dólares por barril por otros derivados.