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¡A clases!

YAMIL DARWICH

La historia de la educación en México no inició con la conquista; los pueblos indígenas tenían una escuela que era la adecuada para su cultura.

El Calmécac, era un centro de estudios en los que los profesores/sacerdotes ilustraban a las nuevas generaciones aztecas; a ellos acudían los hijos de nobles y ricos, donde estudiaban lectura, escritura, historia, matemáticas y astronomía.

Caso aparte era el Telpochcalli, lugar en que los adolescentes eran preparados con una estricta disciplina en los temas militares; no por nada eran conocidos como grandes guerreros, quienes dominaban buena parte del ahora territorio nacional.

Con la llegada de los conquistadores -1519-, también arribaron misioneros sacerdotes. Ellos, teniendo los antecedentes del medioevo, crearon las primeras escuelas que, ante todo, eran evangelizadoras; sin duda fue un duro golpe y confusión en la construcción psicológica del mexicano, misma que aún nos afecta.

Los antecedentes remotos del propósito de educar se dieron en los antiguos imperios, donde reyes y cortesanos buscaban preparar a sus hijos para sobresalir; de elitista pasó a ser popular -antes de que inventaran la democracia- y finalmente masificada, pretendiendo que cualquiera pudieras estudiar.

En el medioevo, se orientaron al estudio del "trivium", cuando Casiodoro, en el siglo IV, procuró cristianizarlas y sistematizarlas con un cuerpo enciclopédico, dándole importancia a la gramática, retórica y dialéctica; luego se trasformó en el "Quadrivium" -aritmética, geometría, astronomía y música- para después dar paso a la "formación liberal" -gramática, retórica, lógica, geometría, aritmética, música y astronomía-.

Así nacieron las ahora universidades, con educadores de verdadera vocación. Quedan pocos.

Poco a poco, pero constantemente, la universidad se extendió por el mundo, quedando constancia -siglo VII- de fundadoras como Padua, Bolonia, París, Oxford y Montpellier; de América: la gloriosa Universidad de México y la de Perú. La UNAM sigue siendo la más sobresaliente y alma mater en nuestro país.

Hoy día, la educación es declarada un derecho humano y, en México, la básica se considera obligatoria. Desafortunadamente, no todo el esfuerzo nacional se dirige a la buena formación de las nuevas generaciones y sí al control de las masas sociales y educativas; aún más doloroso: reconocer que pocas escuelas normales preparan con calidad académica a los futuros profesores, capacitándolos adecuadamente para ser efectivos y eficientes en el proceso enseñanza/aprendizaje.

Desesperantemente, en México, tenemos dos tipos de educación, diferenciada en pública y privada.

La ofrecida por el estado es relativamente gratuita; se deben pagar diferentes "cuotas", desde un pago inicial, imposición de compra de libros y uniformes -prohibido- y otras muchas, inventadas para sacar "un dinerito extra".

Anteriormente, los planes y programas de estudio eran medianamente buenos, ejemplo para otros esfuerzos latinoamericanos. Desafortunadamente, los cambios impulsados ahora, están orientados a la instrucción ideológica y lo que dejaron de bueno -disminuyen ciencias exactas y biológicas- es enseñado superficialmente.

En las llamadas "privadas", -de paga- también podemos observar diferencias: desde las buenas, pasando por las deficientes y llegando a las establecidas por mercaderes de la educación que han encontrado una mina de hacer dinero, con complicidad de algunas autoridades educativas.

"Una buena educación es la mejor herencia dejada por los padres a sus hijos" y debemos agregar que ofrece, además, los mayores y mejores apoyos para el desarrollo intelectual, necesario en esos futuros adultos responsables del destino nacional.

También pensemos en la competencia internacional: en la actualidad, solo los más preparados pueden acceder a los niveles laborales de mayor responsabilidad y consecuentemente paga; de las posibilidades materiales depende la formación de las nuevas generaciones y con ello se crea un círculo que puede ser vicioso o virtuoso.

Los mal formados académicamente estarán gravemente amenazados por la pobreza.

Cimentar un buen futuro para los menores empieza con una adecuada educación primaria que les ayude a trabajar en sus construcciones de entendimiento de lo concreto, para continuar en la secundaria, trabajando su capacidad de desarrollar abstracción. Dicho de otra manera: aprender a aprender, para luego comprender, imaginar e idear soluciones a problemas.

La universidad, es el medio para desarrollar habilidades y destrezas humanas, que permiten a los nuevos profesionistas desempeñarse efectiva y eficientemente en algún puesto directivo y/o de servicio. Ser jefes y líderes en el campo económico/productivo.

Debo escribirle que aún hoy día, en el nivel universitario, hay graves limitantes de calidad académica y también existen escuelas "de cochera" que defraudan a sus alumnos; otras más, tienen como objetivo ganar dinero "entreteniendo muchachos". Todas, relacionadas con el poder económico de personas e instituciones, aunque existen planes de becas a considerar. Tenga cuidado de evitar empeñar el futuro del egresado.

Si Usted está en la situación de elegir escuela, para sí o sus hijos: investigue, pregunte, lea, compare y decida. Incluya hacer un buen análisis de posibilidades económicas.

Recuerde: "es cara la enseñanza, pero más aún la ignorancia". ¿Qué opina?

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