Amas de casa modifican su dieta diaria para ahorrar y poder seguir consumiendo huevo. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Pese a que el precio del kilo alcanza los 70 pesos, dejar de comerlo no está entre los planes de la mayoría de las amas de casa, aunque algunas prefieren comprar carne de puerco al mismo precio y hacerla rendir por más días.
En aquellas familias en donde el huevo seguirá siendo parte fundamental de su dieta diaria, optaron por dejar de comprar refresco y pan, y con eses ahorro cubrir el aumento que se ha registrado en dicho producto.
Por ejemplo, en casa de doña Andrea se consume a diario huevo para alimentar a sus tres nietos, de 15, 9 y 4 años de edad.
Debido al incremento, han dejado de consumir refresco y ahora preparan en cada comida, agua de sabor.
"Tenemos criaturas y se requiere, el huevito y frijolitos. Ahorita pues todo está por las nubes", dijo la ama de casa.
Reducir el consumo tampoco es probable en casa doña Andrea, "puedo darles un huevito en la mañana, pero yo sé que no es suficiente y por más que estira uno el dinero no se alcanza".
En casa de María Antonia, con el alza en el precio del huevo, se cambió por la carne de puerco.
Y es que, a diario, en su casa se consumía fácilmente medio de kilo, lo que resultaba caro. "Ahorita en casa lo hemos dejado de consumir por los mismo, ahora en vez de comprar huevo prefiero comprar carne de puerco para hacer unas papitas con un guisado y me rinde para unos tres días, para hacer unos burritos y acompañarlos con frijolitos", compartió.
Tras el alza en el precio del tomate y la cebolla, se optó por no comer el primero y reducir el consumo del segundo producto.
"El tomate también está por los cielos y la cebolla.
El tomate casi no lo utilizo porque casi no les gusta en casa, la cebolla sí, pero por lo regular llevo una o dos cebollas porque está canijo ahorita", dijo preocupada.
En casa de Guadalupe, las cosas no son tan diferentes. Con el incremento en el precio, ahora se consume el huevo dos o tres veces a la semana.
Pero también se ha dejado de lado el refresco y se ha decido comer solo con agua natural.
"Es más saludable", dijo entre risas, pues también dejó de comprar pan, al no ser un alimento prioritario.
"Trata uno de reducirlo si compraba uno mucho tomate, pues ahora menos.
Suprimes el refresco y el pan que no son de tanta prioridad. Ahorita no tomamos (refresco), tenemos como unos 10 días", dijo la ama de casa.
El incremento en otros productos dijo, la han obligado a reorganizar más sus gastos y ver qué es prioridad y qué es un lujo.
