Los optimistas dirán, junto con Duilio Davino, que se trata de creer, que podemos crear el futuro que todos queremos ver y militarán juntos como la legión extranjeros en el desierto de las dudas y el desamor.
Los fatalistas querrán fusilar a los seleccionados, junto con técnico y directivos, apenas todos ellos pisen territorio nacional, viniendo de Pheonix donde fueron exhibidos. Vemos el espíritu de la gente, en las calles, en cada casa, en cada rostro y de pronto también se llega a reconocer que todos ya están acostumbrados a vivir con resultados mediocres, a tener elencos fallidos con jugadores sobrevalorados, que no pueden sacudir su propio modo de vida Don Santiago Bernabeu (1895.1978) el visionario presidente que forjó al Real Madrid de la leyenda, el que rescató a Di Estéfano (19262014) de las garras del Barcelona (aunque algunos aseguran que con la ayuda del dictador Franco) cuando los medios le pedían que echara al técnico en turno, les dijo a los periodistas, con una sonrisita burlona de por medio: “Debemos recordar, mis queridos amigos, que el futbol solamente pasa por los jugadores”.
Hoy en día, Lozano está pareciéndose a Caryl Chessman (1921-1960) el “Bandido de la luz roja” que en la prisión de San Quintín, California se puso a estudiar derecho y tomó su defensa con habilidad para evitar por ocho ocasiones en doce años, la pena de muerte hasta el 2 de mayo de 1960 que fue llevado a la cámara de gases. Siempre es cesado por el pueblo tras cada derrota y ahora mismo, si ésto fuera la revolución francesa, Don Jaime sería llevado a la guillotina. Marcelo Bielsa, tenía la ilusión de dirigir a la selección mexicana, porque estaba buscando un proyecto ambicioso e importante.
En su etapa inicial en México (Atlas y América) quedó enamorado de la cultura, historia, costumbres y gastronomía de nuestro país pero al presentar su proyecto, los dirigentes vieron que deseaba manejar todo. Escoger su equipo de trabajo, cuidado especial y riguroso de las canchas, de los rivales a escoger, de la exclusividad para llamar jugadores, de las concentraciones donde excluía espacios para publicidades, promociones y celulares, entre otras cosas como tener su propio publirrelacionista y manejador de medios. Dijo que no habría problema con el dinero a cobrar y mostraba su ilusión por el trabajo.
Desde luego, un manejo total del técnico dejaba fuera al Comité de selecciones del mando completo, evitaría los partidos moleros en USA que son sacadólares y baños de nostalgia, los sacaría del negocio.
Las maneras de Bielsa iban a sacudir un modo de vida establecido. Por eso no llegó. Tal vez como dijo Bernabeur, el futbol es de los jugadores pero la maquinaria toda, es de los dueños. Son todos, hechos difíciles de creer.
En el himno nacional, en Pheonix, Romo no cantaba por estar masticando chicle. El paisano Jorge Sánchez nos sorprende a todos cuando dijo: “México fue protagonista, se hizo un partido importante” y el ex jugador, ahora comentarista Mark Crosas insiste en “nuestra selección, nuestro país” ¿Qué no es catalán?. Total que tal vez vemos otro partido y escuchamos voces diferentes.
En vez de viajar a otros mundos veamos el nuestro, con sus historias quebradizas y valientes, el mundo del desierto, el viento y las piedras, un mundo que a veces parece olvidado por la mano de Dios y esperemos narraciones en una faena propia de un siniestro detective en las tinieblas.