El mundo es maravilloso y temible, tal vez porque el camino de la vida es la búsqueda para encontrar nuestro don y ponerlo al servicio de la comunidad, pero dentro de ese entorno especial, hay a quienes poco les importa la verdad y la realidad o bien no les interesa ejercer una fiel y auténtica autocrítica para cambiar, pues hay gente que interpreta al mundo tal como lo ve.
A los señores de la FMF, a los dueños y su elenco, les preocupan las bajas entradas que se dan en los estadios de la liga MX, salvo el caso especial de los cosos de Monterrey. Y esos focos rojos que están encendidos tienen una razón, ¿cómo es que la gente va a acudir a un espectáculo de tan baja calidad? Los fans rechazan lo que no les agrada, pues el nivel ha decaído por el exceso de jugadores extranjeros, el no descenso, la multipropiedad.
El no consumir el mal futbol que ven, es un derecho. A la hermosa cancha de Puebla (47 mil localidades) no asistió ni siquiera la mitad para presenciar a la selección mexicana contra un Valencia parchado y que transita en el fondo de la tabla, en España.
El rendimiento del cuadro de Javier Aguirre fue sólo de medio tiempo y después, quedó sin gas y con defensa muy floja, aniquilada dos veces por Dani Gómez, lo que trajo un gran abucheo al final.
El futbol es un objeto privilegiado y sólo puede avanzar si el organismo tiene las reglas necesarias. ¿Cómo van a crecer los chicos locales rodeados de extranjeros que ocupan tantos lugares? ¿Cómo vas a competir si enfrentas a equipos de segundo nivel? Hay jugadores nuestros que son aquellos que deberían haber sido y que quizá nunca lo sean.
Elementos sobrevalorados que en la cancha parece estar pintados. Hemos tenido la mala suerte de olvidar muy lentamente, por ello aparecen de pronto en la mente gente como Galindo, Borgetti, Hermosillo, Márquez y en la liga foráneos como Gignac, Cardozo y Cabinho.
Porque los medios crean a los actuales un aura de potencia que no existe. Le dicen a su auditorio lo que deben hacer, mirar y creer.
Así, se va formando una estela fugaz que publicita lo que no existe, como ese grito vehemente que nos invita a ver un “mega futbol”, sólo que no explican de qué tipo y en qué consiste.
En cambio, cuando en la huída del desastre uno se refugia en el beisbol, se encuentran detalles como para guardarlos en un cajón. Como cuando Cleveland dobló a Detroit con todo y su astro Tarik Skubal (27) que seguro será el Cy Young porque en la campaña quedó con 18-4, 223 ponches pero en la quinta entrada recibió un Grand Slam de Lane Thomas para caer 7-3.
Un fenómeno que cayó a sangra y fuego, porque el beisbol tiene una gran vocación imparable en él mismo y es garantía de espectáculo y lo que viene es super.
Claro que uno quisiera que los Yankees de Boone pasaran encima de todos, pero teme por tantos astros que rodean a los rivales, porque este juego crea puentes de acceso a una conciencia aguda y con todo que la verdadera capacidad en la vida es tener una lucidez de juicio ante los demás, siempre existirá el deseo de que Mariano, Whitey Ford, Mantle, Munson y hasta Reggie Jackson estuvieran actuales y jugando, pues soñar no cuesta, porque existe un inconsciente colectivo que es anterior al inconsciente individual.