Los franceses acudirán hoy domingo a las urnas para la segunda vuelta de las elecciones legislativas anticipadas, unos comicios que, con gran probabilidad, desafiarán la gobernabilidad del país y dejarán a la extrema derecha como la primera fuerza política.
De acuerdo con los sondeos publicados justo antes de la jornada de reflexión del sábado, la ultraderecha de Marine Le Pen -Agrupación Nacional (RN)- obtendría entre 170 y 230 diputados, lo que supondría una mayoría relativa lejos de los 289 escaños necesarios para controlar la Asamblea Nacional gala.
El Nuevo Frente Popular (NFP), que aglutina a los principales partidos de de la izquierda, lograría de 159 a 191, mientras que el bloque macronista conseguiría 118-150 y más lejos aún quedaría el conservador Los Republicanos (LR), con entre 35 y 67 escaños.
Con esas predicciones y tras una campaña muy polarizada, el escenario más probable es el de una Francia muy difícilmente gobernable.
Desde RN, Le Pen ha insistido en que la mayoría absoluta -que con los números de la victoria del pasado 30 de junio su partido acariciaba- sigue al alcance de la mano pese a que las retiradas de candidatos en muchas circunscripciones para hacer 'cordón sanitario' a la ultraderecha han dañado mucho sus aspiraciones, de acuerdo con los sondeos de esta semana.
Sin una mayoría absoluta sería imposible para Jordan Bardella, aspirante a primer ministro y delfín de Le Pen, aplicar su programa electoral, según admiten muchos dirigentes del anteriormente llamado Frente Nacional.