México alista plan por deportaciones masivas
Con la llegada inminente de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, el Gobierno de México anunció la creación de 25 campos de acogida en la frontera norte para atender a los migrantes deportados.
La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, encabezó el anuncio como parte de una estrategia promovida por la presidenta Claudia Sheinbaum para enfrentar la posible crisis humanitaria derivada de las nuevas políticas migratorias en una reunión virtual en la que participó el Gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas.
Estos centros tendrán capacidad para albergar hasta 2 mil 500 personas cada uno y buscan ofrecer condiciones dignas a los mexicanos que puedan ser deportados, así como a los migrantes en tránsito.
"Estamos priorizando el trato humano y el bienestar de quienes atraviesan esta difícil situación", afirmó Rodríguez tras una reunión con los gobernadores de los estados fronterizos, Samuel García (Nuevo León), Marina del Pilar Ávila (Baja California), Alfonso Durazo (Sonora), Américo Villarreal (Tamaulipas) y Manolo Jiménez (Coahuila).
El encuentro tuvo como objetivo coordinar esfuerzos en materia migratoria y preparar a la región ante lo que se anticipa como una escalada en las tensiones fronterizas.
Trump, quien asumirá el cargo en enero de 2025, ha afirmado desde campaña su compromiso de implementar políticas estrictas, incluidas deportaciones masivas y la continuación de la construcción del muro fronterizo.
El estado de Texas, gobernado por el republicano Greg Abbott, se perfila como un actor clave en los planes migratorios de la próxima administración.
A finales de noviembre, Tom Homan, quien liderará las políticas fronterizas de Trump, se reunió con Abbott en la ciudad de Eagle Pass, sellando una colaboración estratégica; según el gobernador texano, ya se están implementando acciones preparatorias para un cambio drástico en el manejo de la frontera y la soberanía estadounidense.
El discurso antimigrante de Trump, eje central de su campaña presidencial, ha generado preocupación tanto en Estados Unidos como en México tras afirmar que deportará a más de 11 millones de personas sin estatus legal y frenar la llegada de solicitantes de asilo, la región fronteriza enfrenta un panorama complejo y desafiante para 2024.
Entre quienes viven esta incertidumbre se encuentra Eva María Sánchez, una migrante de 50 años que busca asilo en Estados Unidos tras escapar de la violencia en su país natal y está preocupada por las amenazas de Trump.
Cristina Coronado, otra migrante, advirtió de que la inseguridad por la que pasaron muchos migrantes en su camino hacia el norte fue debido a la corrupción del Gobierno mexicano.