La falta de incentivos, el cambio climático y la pérdida de la vocación agrícola en nuestro país ha generado un abandono de las tierras por parte de los campesino
La falta de incentivos, el cambio climático y la pérdida de la vocación agrícola en nuestro país ha generado un abandono de las tierras por parte de los campesinos, lo cual es muy grave porque reduce las posibilidades de alcanzar la autosuficiencia alimentaria en productos esenciales como el maíz, indicó el investigador y consultor agrícola internacional, Guillermo Ortiz Ferrara.
“El campo mexicano está sufriendo, está abandonado por parte de las autoridades y no solamente de ahora, sino desde hace cuarenta años. Es hora de reconocer, apreciar y respaldar a quienes cultivan nuestra fuente de vida”, señaló.
El experto se pronunció por convencer a las autoridades de que los alimentos no provienen del supermercado, sino del trabajo de los agricultores cuya labor es imprescindible para garantizar una sociedad alimentaria sostenible, “es necesario un apoyo sólido y continuo para avanzar en la seguridad alimentaria y preservar la riqueza agrícola que tiene el país”.
Ortiz Ferrara expuso que a pesar de que el maíz es un cultivo mexicano, tan solo el año anterior se importaron cerca de 15 a 20 mil toneladas, lo que representa casi el 50 por ciento del consumo nacional.
“Por la falta de apoyos y también del cambio climático, muchos agricultores están quebrados y han tenido que vender sus tierras, aunado a que se ha perdido la vocación del campo y ahora los jóvenes prefieren trabajar en las ciudades. Exportamos fresas de Irapuato, aguacates de Michoacán, limones de Colima, pero seguimos importando cultivos básicos como el maíz, el trigo, la soja y el frijol, lo cual es muy triste”.
A decir del consultor, tras 43 años de trabajo en países subdesarrollados de Asia y África, ha observado que la situación de México no muy diferente, lo realmente grave es que no se aprovecha el potencial que tiene el país.
Concluyó que se requieren apoyos en semilla mejorada, maquinaria agrícola y créditos porque la economía y el bienestar de todos los pueblos está basada en la agricultura.