(FOTOS: ENRIQUE CASTRUITA)
Hace unas semanas, el lagunero Leonardo Nava dejó el reality de La Academia con tristeza, pero también con expectativas, pues sus sueños profesionales siguen en pie.
El gomezpalatino, vecino de la Colonia Chapala, llegó este fin de semana a su tierra para estar con su familia que tanto extraña y de paso ofrecer una entrevista exclusiva a El Siglo de Torreón esta mañana.
Nava, en compañía de sus padres, llegó a la Torre Eiffel de Gómez Palacio. Ahí habló de todo y hasta cantó el tema Terrenal, mientras los autos que pasaban observaban e incluso, hasta le tomaban videos al chico.
Después de tomarse un café, “Leo” contó de qué manera ha asimilado su salida con el paso de los días.
“Nos sentimos ya mejor. Ya hemos resuelto dudas emocionales de por qué salí y les puedo contar que mantenemos la frente en alto. Obviamente con salir de La Academia no acabaron mis ideales en la música, lo que sí, es que el reality show nos dio las armas para seguir en esto”, reveló.
Con el paso del tiempo, Nava ha sanado heridas en torno a su salida, que en un principio sí le afectó bastante y que se debió a la interpretación del tema Borracho de amor, que no le salió al joven como esperaba.
“Desde que salí hasta entonces he estado viendo la cuestión que me eliminó. Ya calmado, me he dado cuenta de que como todos los seres humanos cometemos errores y por algo pasan las cosas. Hasta me dan ganas de sacar un cover de Borracho de amor, para sacar la espinita”, comentó.
Usando sombrero, algo que le encanta, se mostró orgulloso de ser lagunero.
“¡Arriba mi Chapala!, ahí nos criamos. Supe que toda la colonia y toda la Comarca Lagunera me estuvo apoyando. Les doy gracias de todo corazón”.
Mientras el joven permanecía en el reality show de TV Azteca; sus familiares, amigos y colegas de la música realizaron actividades a favor de “Leo”.
“Me di cuenta de que realizaron cosas que jamás imaginé. Pusieron calcamonías en muchos autos y sé que mucha gente de aquí se trasladaba los domingos a los conciertos en la Televisora del Ajusco”.
Al chico lo acompañaron a la Torre Eiifel, sus padres: Marisol y José Ángel.
“Ya podemos tocarlo porque íbamos a los conciertos y nomás de lejitos lo veíamos”, comentó su mamá, quien se veía muy feliz de ver a su hijo de nuevo en casa.