Arturo Saldívar. (RAMÓN SOTOMAYOR)
Aunque estaba preparado para un "Mano a mano", el jaliciense Arturo Saldívar se topó con la oportunidad de montar una "Encerrona" que le aplaudieron y disfrutaron ayer los aficionados que se dieron cita en la Plaza de Toros Alberto Balderas, de Ciudad Lerdo.
Saldívar alternaría con el rejoneador español Andy Cartagena, pero las lluvias que se presentaron en la Comarca Lagunera durante los días anteriores, dejaron en muy mal estado el ruedo de la plaza lerdense, y a pesar de que se hizo un gran esfuerzo por poner la arena en condiciones, después de diversas revisiones se determinó que era demasiado peligroso para los caballos el actuar en un terreno donde el lodo era el principal elemento, lo que impidió el rejoneo y la actuación de los Forcados Amadores de México. Fue entonces que Arturo alzó la mano y aceptó lidiar él mismo los cuatro toros de la ganadería de La Concepción, lo que celebraron los aficionados, quienes fueron consentidos, pues se les obsequiaron las bebidas.
FAENAS
Vestido de malva real y oro, Arturo Saldívar recibió en primer turno a un astado cárdeno, paliabierto, bragado, lo recibió con sendos faroles de rodillas, para rematar con verónicas que fueron ovacionadas; tras exceso de castigo con la punta y dos terribles pares de banderillas, el matador brindó a la afición presente y enarboló una faena sentida, con largos derechazos ante un toro bien voluntarioso. Colocó estocada tendida, mató en segundo intento y recibió palmas.
Al segundo, Arturo le cortó la primera oreja de la tarde, fue un negro, zaino, meano, cornidelantero, lo mejor llegó con la muleta, sendos molinetes y trincherazo sentido, para culminar con media estocada que cumplió su objetivo. Otras dos orejas, paseó Saldívar luego de dar trámite al tercer astado, cárdeno, enmorrillado, veleto, noble desde el inicio de la lidia, pasó por chicuelinas y finalmente le pusieron dos pares de banderillas, mucha voluntad del toro al embestir repetidamente la muleta, siempre por el pitón derecho, una estocada perfecta le valió par de apéndices al matador, quien pocas opciones tuvo ante el cuarto astado.