Foto: Alejandro Velázquez
Este jueves 19 de septiembre se cumplen siete años del terrible terremoto que sacudió el centro y parte del sur de México en 2017.
El sismo de magnitud 7.1 ocurrió a las 13:14 horas. Su epicentro se ubicó a 12 kilómetros de Axochiapan, Morelos, entre los límite de ese estado y Puebla. A 120 kilómetros de distancia de la Ciudad de México.
El temblor, señala la CNDH dejó cientos de muertos y miles de familias sin hogar. En los estados donde ocurrieron las muertes fueron en Ciudad de México, Morelos, Edomex, Guerrero y Oaxaca.
El Cenapred calculó que las afectaciones tuvieron un costo estimado de 62 mil 99 millones de pesos.
El académico Juan Tonda explicó en un artículo publicado en el diario La Jornada que el sismo de ese día 19 se sintió con fuerza debido a su cercanía con la Ciudad de México. Su causa fue un presunto desprendimiento intraplaca, cuando una parte de la placa de Cocos “se cayó”.
Investigador del Instituto de Energías Renovables de la UNAM Campus Morelos, Tonda señaló que las ondas que producen los terremotos viajan a una velocidad aproximada de 24 mil kilómetros por hora, mientras las ondas de luz viaja miles veces más rápido de ahí el valor de atender las alertas sísmicas y su correcto funcionamiento.