El estadio semi vacío, un equipo extraviado en la cancha, una afición distanciada cada vez más, es el resultado de las malas decisiones tomadas desde arriba, esta es, y me remito a las pruebas, la peor temporada de la historia del equipo.
La afición añora aquellos años felices, que hasta hace no mucho tiempo vivimos, esto se está alargando más de lo que acostumbramos con los llamados “ciclos”, cuando la plantilla se renovaba y se reforzaba para empezar a carburar pronto.
El equipo ya está en los últimos lugares de la tabla general, no tarda en meterse en la de porcentajes para la próxima temporada, situación que, de existir aún el descenso, haría que la directiva reforzara todas y cada una de las lineas, pero como no lo hay, por lo pronto nos acostumbramos al conformismo y la mediocridad.
Los aficionados se comienzan a alejar del estadio y el equipo cada vez es menos de la afición, dejando en claro que hay un gran distanciamiento por ambas partes que nunca había sido tan notorio. Ver un partido del santos es un lujo hoy en día, desde comprar un boleto y hasta contratar servicios de televisión, por eso es que mucha de la afición de la vieja guardia ya solo vive del recuerdo, de glorias pasadas, y no tiene acceso al lujo que es ver un partido de nuestros Guerreros.
Estamos tocando fondo, esta situación se había dado sí, pero nunca en estos niveles y es urgente cambiar el rumbo, creo que este es el momento ideal, replantear el cómo traer de nuevo a la gente al estadio, revivir la pasión por este, nuestro equipo, reconciliar la relación entre ellos y nosotros, ¡el momento debe ser hoy, empezar con lo que tenemos, mantener al cuerpo técnico, empezar ya a planificar la siguiente temporada, los refuerzos, quien se va y quienes nos quedamos.
No todo está perdido, hay una base de jugadores de la cantera que seguro darán mucho al club, hay un buen trabajo del cuerpo técnico, instalaciones de Primera, una afición de Primera.
Es muy factible poder corregir el rumbo, reforzar las líneas, ‘cortar’ a aquellos que no nos funcionaron y acercar otra vez a los fieles, que sea cada vez más accesible poder ver a nuestro equipo, ya sea en el ‘Templo del Desierto’ o en la comodidad del hogar junto a los seres queridos.
Traer refuerzos que aporten realmente, sin ánimos de lucro; a las jóvenes joyas no soltarlos antes de tiempo, pulirlos, esperarlos en su proceso para que nos den dividendos deportivos esperado. Tenemos todo lo necesario para corregir, para renacer, reconciliar el equipo con los aficionados y hacer que esta plaza vuelva a ser una aduana muy complicada para cualquier equipo visitante.
