En la lectura de Santos esta temporada, hay muchas vertientes: el equipo se la ha estado rifando con jugadores debutantes, otros de muy poco rodaje en Primera División, además de la carencia de futbolistas de experiencia que cobijen a los más chavos.
En ese contexto es meritorio el trabajo realizado por Ignacio Ambriz, al que algunos periodistas y columnistas de la región empiezan a reventar, como si el fuera el único responsable de la situación del equipo.
‘Nachito’ ha trabajado con las herramientas que se le proporcionan, no tiene una ‘varita mágica’ para hacer que una escuadra casi Sub 23 se convierta en un super equipo de la noche a la mañana, los canteranos y los refuerzos jóvenes hacen su mayor esfuerzo y compiten para ganarse un lugar en el máximo circuito. Santos es el segundo equipo con el once inicial más joven de la Primera División (solo por detrás de Pachuca), lo cual es plausible para un proyecto a futuro.
No hay fórmulas mágicas para salir de esta situación, todos los equipos trabajan para estar arriba y salvo alguna sorpresa los que más invierten son los que realmente lo logran.
Es un hecho que el recurso económico para el club ha bajado considerablemente, y en la liga el equipo que más invierte, por lo general, es el que mejor resultados obtiene, pero el recurso humano es algo distinto, se ha visto que equipos formadores de jugadores, semilleros de baluartes futbolísticos, han tenido éxito deportivo, llámese Pumas, Pachuca, Atlas o hasta el mismo Santos en distintas épocas de su historia.
Apostar a los juveniles es un gran reto, pero es viable aprovechando que no hay descenso, ya que la política actual es participar formando jugadores, sumando algunos prospectos del extranjero, también jóvenes, y participar en la liga con la mira puesta en el futuro.
Ya se han sacrificado varias temporadas, la cantera dejó bastante surtido al primer equipo y estos elementos están en vías de maduración deportiva, por lo cual solamente hace falta que el tiempo haga los ajustes, pero será importante que sea conservando este plantel y al cuerpo técnico, para concluir el ciclo de formación y cosechar resultados.
Santos ya debe estar enfocado en la siguiente campaña, de hecho este cierre de torneo podría ser visto como una ‘mini’ pretemporada, para empezar a carburar como equipo rumbo a lo que será el Clausura 2025. Todo es cuestión de tiempo, la cantera es vasta y ya comienza a dar resultados; Inteligencia Deportiva debe estar analizando algunos refuerzos para redondear este plantel y hacer de la próxima temporada un éxito deportivo.
Este debe ser el camino para reconectar con la afición, la que siempre que comienza una temporada, vuelve al estadio con la esperanza de que sea una mejor campaña que la anterior.
Pongamos cada quien nuestro granito de arena, seamos uno: afición, directiva, jugadores, cuerpo técnico, y hasta la prensa, para renacer con una nueva ilusión.