Aunque el Municipio se ha mostrado flexible a adecuar el proyecto del Corredor Matamoros, los vecinos no han estado de acuerdo y mantienen su postura de que sean las instancias judiciales quienes resuelvan si se reanuda o se suspende.
Una de las principales inconformidades por las que promovieron amparos fue que, con la obra, dejarían de disponer de cajones de estacionamiento afuera de sus negocios, por lo que se les propuso cambiar el proyecto y mantenerlos en las dos aceras, con lo que se tendría que suprimir uno de los carriles de circulación.
Originalmente, el Corredor Matamoros considera mantener los dos carriles y el estacionamiento en la acera norte, además de la creación de una ciclovía en el lado sur, junto con la ampliación de banquetas ya conocida.
"Entonces se propuso adecuar el proyecto a sus demandas y acondicionar el estacionamiento del lado sur, suprimiendo un carril de circulación, porque no se puede quitar la ciclovía, pero no estuvieron de acuerdo", indicó el director de Obras Públicas, Juan Adolfo Von Bertrab Saracho.
Otra petición era en el sentido de arreglar primero la red de drenaje, lo que también está considerado en el proyecto y así se les hizo saber, sin que esto los hiciera cambiar de opinión.
En repetidas ocasiones, después de que arrancaron los trabajos, se les convocó a reuniones para darles mayor información sobre la propuesta, pero tampoco atendieron el llamado, por lo que sólo queda esperar a que el juez de Distrito decida en torno a una de las siete solicitudes de amparo que aún persiste, pues el resto fueron desechadas.
Previamente, por lo menos seis meses antes se hizo del conocimiento de los vecinos, a través de juntas de información y socialización, al igual que con cámaras y organismos empresariales, colegios de arquitectos e ingenieros civiles, agrupaciones de todo tipo y no hubo ningún desacuerdo hasta después de iniciados los trabajos.
Von Bertrab Saracho dijo que tras dos semanas de que se decidió interrumpir las obras, mientras se emite una resolución judicial, esto no implicaría un retraso considerable en caso de que se reanuden, aunado a que la empresa constructora cuenta con una ampliación de plazo y se mantiene el contrato abierto.
Insistió en la importancia del Corredor Matamoros como un proyecto que no surgió de caprichos ni ocurrencias, sino que está sustentando en la necesidad de crear una zona de uso peatonal y para generar una mayor actividad en dicha vialidad.
Por ello, cuenta con el aval de la agencia de Cooperación Técnica Alemana (GIZ en alemán), especializada en desarrollo sostenible, así como de la empresa Urbis de México, que en su momento aprobaron el proyecto del Corredor Matamoros, que a su vez se conectará con el Distrito Colón.
Vecinos no están de acuerdo con proyecto y mantienen su postura de que sean las instancias judiciales quienes resuelvan.
el siglo de torreón / Fernando Compeán