No sólo se trata de la más grande delmunicipio, con un acervo de más de 15 mil libros, sino que también destaca por ser un espacio incluyente y funcional. (DANIELA CERVANTES)
Poco se sabe, pero la Biblioteca Pública Benito Juárez, ubicada en Lerdo, justo frente a su plaza principal, es un ejemplo de inclusión al contar con material y servicio para personas con discapacidad visual.
No sólo se trata de la más grande del municipio, con un acervo de más de 15 mil libros, sino que también destaca por ser un espacio incluyente y funcional.
Yuri Chávez, coordinadora de las 11 bibliotecas municipales, enfatiza el compromiso con la inclusión: "Buscamos que las personas con discapacidad se sientan integradas en la sociedad a través de talleres, visitas a casas de día y actividades como la mochila viajera, donde llevamos libros a parques y promovemos la lectura en espacios abiertos".
Entre los servicios más innovadores con los que cuenta, informó Chávez, está Amo Leer, una línea de WhatsApp, donde los usuarios pueden solicitar libros digitales que son descargados y enviados directamente.
Un espacio para la discapacidad visual
La Biblioteca Benito Juárez es la única en la región de La Laguna de Durango que cuenta con un área de braille y tecnología adaptada. Aquí trabaja Mario Flores Briones, un bibliotecario certificado y maestro de braille, quien perdió la vista a los 14 años debido a un desprendimiento de retina.
Desde 2013, Mario dedica su tiempo a enseñar el sistema braille, capacitando a los visitantes con herramientas como materiales de lectura especializados.
"Es fundamental que todas las bibliotecas sean inclusivas. Aquí nos esforzamos por crear materiales en braille y difundir este conocimiento para que más personas tengan acceso", menciona Mario.
El acervo en braille incluye más de 120 títulos y 600 libros, entre ellas obras emblemáticas como Harry Potter y Crepúsculo, donadas por la Dirección General de Bibliotecas.
Además, Mario ofrece a los visitantes una introducción al sistema braille y obsequia tarjetas personalizadas para que experimenten de forma práctica este lenguaje.
Experiencias que inspiran
El día que visité la biblioteca coincidí con Elías, un niño de 9 años con discapacidad visual, que acudió al lugar, junto con sus compañeros y maestra, como parte de una experiencia escolar.
Su maestra Anael Sánchez, compartió que la visita no sólo benefició a Elías, sino a todo el grupo, al fomentar la empatía y el entendimiento hacia las personas con discapacidad.
"Nos enseñaron a ver más allá de las limitaciones. Todos aprendimos que las personas con discapacidad tienen las mismas capacidades que nosotros", comentó la maestra.
Por su parte, Karen Marlen, madre de Elías, expresó su emoción al poder conocer las historias de otras personas invidentes: "Espero que algún día mi hijo alcance la independencia que vi en ellos".
Para ambas, según narraron a este diario, la experiencia superó sus expectativas, pues ambas pensaban que la visita a la biblioteca sería como cualquier otra, sin embargo, agradecen que se hayan preocupado por integrar a Elías, y más que eso, el que hayan ideado actividades enfocadas en fomentar la empatía e inclusión.
Un modelo de inclusión
Con más de cuatro décadas de historia, la Biblioteca Benito Juárez no sólo es un centro de conocimiento, sino también un espacio que construye puentes hacia una sociedad más equitativa.
"Estamos aquí para trabajar con cualquier persona con discapacidad visual. La inclusión no es difícil, solo hay que aprender a verla como parte de nuestra realidad", concluyó el bibliotecario Mario.
De lunes a viernes, de 8:00 a 16:00 horas, este espacio continúa marcando la diferencia, demostrando que la cultura y la educación deben estar al alcance de todos.
