Repertorio. Obras de Eduardo Angulo y José Pablo Moncayo habitaron el Santuario de Cristo Rey.
El maestro Ethan Eager agitó su batuta en el aire para dar inicio a la gala musical de Camerata de Coahuila, en el marco del 50 aniversario del Santuario de Cristo Rey, ubicado en lo alto del Cerro de las Noas.
Ante la proximidad del Día de la Revolución Mexicana, se eligió un programa de música nacional con obras de Eduardo Angulo y José Pablo Moncayo.
La noche cubrió el cerro, y poco después de las 19:00 horas comenzaron a vibrar las partituras. La reverberación del templo se fundió, en primera instancia, con la Suite mexicana (1987), de Eduardo Angulo. La obra, de poco más de 15 minutos, es un mosaico de timbres, capaz de integrar las distintas sonoridades del país.
El programa indicó que el concierto se haría de corrido, sin intermedio. Así llegó el momento de interpretar a José Pablo Moncayo. Primero fue Sinfonietta (1945), la obra que integra a todas sus secciones en un sólo movimiento, escrita con estilo nacionalista.
Luego siguió Tierra de Temporal (1949), un poema sinfónico que muestra acentos de vanguardia.
Finalmente, Camerata de Coahuila cerró con la interpretación de Huapango (1941), la obra más reconocida de Moncayo a nivel popular. Sus texturas dejan los sones veracruzanos del Siquisirí, el Balajú y el Galivancito.
Tal como lo mencionó el escritor Eusebio Ruvalcaba, desde su estreno, Huapango ha marcado un acontecimiento en la vida musical de México.