¿Cómo elegir un buen vino sin ser un profesional?
Ante una infinidad de alternativas, existe una serie de recomendaciones que pueden acortar el camino hacia la elección del mejor vino para acompañar las cenas decembrinas sin necesidad de ser un experto.
La bebida producida a partir de la uva, fruto de la vid, se cataloga como un símbolo cultural y artístico. Se trata de una bebida que ha trascendido en la historia debido a que ha acompañado al ser humano casi desde sus inicios.
Con el paso del tiempo, ha surgido una cantidad posiblemente abrumadora para quienes apenas comienzan a adentrarse en el mundo de la exquisita bebida. Sin embargo, no se necesita de bastos conocimientos para comenzar a disfrutar de la experiencia vinícola.
Conoce el menú de la cena
Lo primero a tomar en cuenta es que el vino funge como acompañante de la comida. Al elegirlo correctamente, se realzan los sabores o se logra un equilibrio contrastante, lo que resulta en una experiencia gastronómica completamente armoniosa. Por ello, antes de combinar vino y alimentos, lo mejor es definir cuál será la cena o informarse sobre ella y sus ingredientes.
Maridaje
Una vez que se conoce el menú de la cena, lo siguiente consiste en comprender de qué manera combinarlo con el vino adecuado para que la experiencia de sabores no sea altamente contrastante ni incómoda.
Cuando se trata de carnes rojas, los vinos tintos con cuerpo, como el Cabernet Sauvignon o el Tempranillo, son las mejores opciones, mientras que para pescados o mariscos, los vinos blancos como el Albariño o el Sauvignon Blanc, potenciarán la experiencia culinaria.
Si la cena se centra en las pastas con salsas ligeras, un Pinot Grigio o un Chardonnay pueden ser un excelente acompañante. Para los platos picantes los vinos ligeramente dulces como el Riesling son ideales para equilibrar los sabores.
¿Vinos jóvenes o añejos?
A partir del maridaje y de los gustos propios es posible elegir un vino según su envejecimiento. Los vinos jóvenes son perfectos para aquellos con atracción hacia los sabores frescos, suaves y afrutados. Los de crianza le siguen con un sabor más potente y aromático, mientras que los de reserva y gran reserva son altamente contundentes, de un color y sabores mucho más intensos.
El precio no lo es todo
Un buen vino no necesariamente es caro. Existen vinos por debajo de los 100 pesos que incluso pueden complementar de buena manera los platillos decembrinos. Lo mejor es explorar las opciones y el rango de precios hasta encontrar el indicado. También es útil solicitar recomendaciones al personal donde se adquiera el vino.
El mejor vino
Lo más importante es disfrutar la experiencia gastronómica, por lo que no se debe dejar intimidar por opiniones de expertos o conceptos complejos. Si un vino es de agrado, será el adecuado.