(FOTOS ARCHIVO EL SIGLO DE TORREÓN)
Fue a finales del 2003 cuando Carlos Ahumada se involucró en el futbol mexicano adquiriendo a Santos Laguna por parte de Grupo Modelo, sin embargo, nadie se imaginaba que un año después el equipo estaría al borde de la quiebra y del descenso.
Como cabeza del grupo empresarial Quartz, Ahumada compró al Santos Laguna ya que Grupo Modelo no quería tener la carga de financiar un equipo de Primera División.
Los Guerreros tuvieron un buen inicio cuando el empresario argentino tomó las riendas, ya que Santos participaba en la Interliga, la cual les daría el boleto para enfrentar la Copa Libertadores.
Sin embargo, Santos, al igual que el Club León que también le perteneció a Ahumada, comenzó a sufrir falta de liquidez y pagos.
Se habla de que los rivales de Santos, cuando llegaban al que era el Viejo Estadio Corona, se encontraban con los vestuarios completamente sucios, sin agua caliente, y se les cortaba la luz.
Carlos Ahumada, dejó a Santos Laguna en la quiebra y con muchos problemas, pero fue Grupo Modelo quien retomó las riendas del equipo.
Ahumada, enfrentaba una orden de aprehensión por el delito de fraude desde el 8 de marzo del 2024, meses después se aseguraron sus bienes materiales y cuentas bancarias, destacando que entre sus activos se encontraban los equipos de Santos y León, y declara como depositaria de los mismos a la Federación Mexicana de Futbol.
Corría el torneo Clausura 2004, y Gonzalo Fernández Villa fungía como el nuevo administrador de Santos Laguna.
Por todo esto, miles de aficionados de Santos Laguna decidieron alentar el mal momento del club saliendo a las calles en una marcha histórica, ya que eran muchos los rumores de que el equipo sería vendido y cambiaría de ciudad.
En aquel entonces, fue el futbolista Héctor “Pity” Altamirano quien lanzó una frase que hasta hoy en día es un estandarte del equipo. “Un Guerrero nunca muere”.
