¿Cómo estimular la lectura en los más pequeños?

La lectura es, indiscutiblemente, una habilidad esencial para el mundo moderno. Pero para desarrollar esta competencia en mayor grado no basta con la escuela, sino que es necesario reforzarlo en casa. Esto, además, porque la lectura, más allá de ser una herramienta imprescindible en el ámbito laboral, es también una manera de proporcionarse placer y felicidad.

Que haya libros

El poeta y ensayista Juan Domingo Argüelles considera que el primer contacto con los libros, de manera no académica, siempre es bueno para iniciarse con la lectura. Puesto que es necesario familiarizarse con el objeto, no verlo como algo extraño y que depende sólo de los espacios de la escuela y de la obligación de las tareas.

De esa manera, también imitar es una buena manera de acercarse. Si los padres leen, los hijos, es normal, sentirán curiosidad por esa actividad que tanto disfrutan.

Conocer los recursos

La literatura no está solo en los libros. En internet hay muchas páginas que permiten conocer distintas lecturas, especializadas para diferentes edades. Algunas de éstas son gratuitas, y pueden ser vistas desde una tablet o el propio celular, para mayor comodidad. Una es Tripulantes de la lectura, un esfuerzo de la Secretaría de Educación Pública, con libros digitales ilustrados, para ofrecer horas de amena lectura.

Acercarse de otras maneras

Algunas de las historias más increíbles se encuentran en otros formatos muy parecidos a la lectura, que se valen especialmente de la palabra hablada. Están especialmente los audiolibros. En la red hay bibliotecas de pago que cuentan entre su catálogo alguna de las novedades más recientes que se pueden encontrar en el mercado. Pero también hay esfuerzos, como el Descarga Cultura UNAM, que de manera gratuita pone algunas piezas literarias para su descarga o ser escuchadas en línea.

Conocer las bibliotecas

De acuerdo al Instituto Municipal de Planeación de Torreón (IMPLAN), en La Laguna (en la que cuentan, además, a Matamoros, Lerdo y Gómez Palacio hay 31 bibliotecas públicas. Estos espacios o sólo permiten obtener una membresía que dan derecho a adquirir libros prestados, sin costo alguno, sino que además tienen una serie de actividades durante todo el año, aunque destacan sus cursos de verano, en el que los niños se pueden acercar a los libros de otra manera, gracias a que lo hacen junto a otros niños.

Las diferentes actividades

La lectura puede ser parte de algo más grande. Por ejemplo, están las ferias de libro, algunas especializadas en infantes, que permiten conocer a los autores o asistir a diferentes actos que le quitarán lo solemne a la lectura. Además, se pueden organizar varias dinámicas, como la surgida hace unos años y conocida como “cazadores de libros”, en el que una persona ponía una foto, como pista, del sitio en el que había liberado un volumen de literatura, y a los demás les correspondía buscarlo. Quien lo conseguía, no sólo obtenía la experiencia de encontrarlo, sino que se llevaba una buena lectura. Con grupos de amigos o conocidos, es una buena manera de crear una comunidad lectora.