¿Cómo fue la política de separación de familias migrantes con Donald Trump?
Una semana ha pasado desde el triunfo del expresidente Donald Trump y ya ha nombrado al “zar de la frontera” Tom Homan, quien fuera exdirector del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Homan estuvo al frente de ICE en la administración de Barack Obama, cuando llevó a cabo números récord de deportaciones, por las que luego el expresidente recibió el apodo de “Deporter in Chief” o Deportador en jefe.
Luego con Trump, Homan fue una de las "mentes maestras" en diseñar políticas para frenar la migración, entre estas la separación sistemática de miles de niños migrantes de sus familias, la cual podría volver a la mesa, esta vez incluyendo deportaciones masivas.
Cero Tolerancia
La política de separación de familias, conocida como de Cero Tolerancia inició como un programa piloto en la primavera de 2017 en la ciudad de El Paso, Texas, donde se comenzó a separar sistemáticamente a cientos de niños de sus padres en la frontera.
Las autoridades estadounidenses no hicieron excepción de las familias que se presentaban en los puertos de entrada a pedir asilo, de aquellas que habían entrado ilegalmente al país o habían sido deportados e intentaban volver.
El fin de la política, afirmó la organización American Progress en un reporte publicado en abril de 2021, era “enviar un mensaje claro de frenar a quienes intentaran cruzar -sin importar que huían de persecución en su país o tenían terreno para solicitar protección bajo ley federal- que los Estados Unidos ya no seguirían la ley o decencia humana básica en su tratamiento de familias buscando refugio”.
Como se recordara, pronto el programa no se limitó al El Paso, sino a toda la frontera a partir de abril y mayo de 2018, con la participación del Departamento de Justicia y el Departamento de Seguridad Nacional.
El fiscal general de Estados Unidos en ese momento Jeff Sessions pronunció ante los fiscales federales “tenemos que quitarles los niños”. Esta política fue ideada por políticos racistas como el asesor de Trump Stephen Miller, quien volverá al nuevo gabinete.
Miller en su momento manifestó que no aplicar la política “significaría el fin de nuestro país como lo conocemos”, esto ante el falso temor de los blancos en Estados Unidos a ser reemplazados por las minorías.
Sumada a la crueldad de la política, la Patrulla Fronteriza había reconocido desde 2017 que no tenía forma de dar seguimiento y de rastrear a los miembros de las familias que fueron separados. Tampoco lo hicieron la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, ni el Departamento de Justicia ni el de Seguridad Nacional.
Cuando las personas en Estados Unidos pronto tomaron conciencia de la política, iniciaron investigaciones para reunir a las familias, protestas en ciudades y finalmente en junio de 2018 el entonces presidente Donald Trump firmó una orden ejecutivo donde presuntamente terminaba con la política, pero esta se siguió aplicando.
El diario The New York Times reportó en 2020 que más de 5 mil niños fueron separados, incluyendo bebés. Esta acción tuvo terribles consecuencias en su salud mental, causándoles incluso síndrome de estrés postraumático.
Entrado el gobierno de Joe Biden, inició una política para reunir a las familias e incluso vocalmente afirmó que no las separaría, pero un estudio por la Escuela de Leyes de la Universidad de California encontró que seguía pasando, en fechas tan recientes como diciembre de 2023.
